A falta de unos diez minutos para el final del partido ante la Real y con 4-1 en el marcador, el técnico del Barcelona, Tata Martino, decidió sustituir a Leo Messi y dar entrada en su lugar a Sergi Roberto. El jugador argentino aplaudió al Camp Nou, que le despedía con una gran ovación, pasó por delante de su entrenador sin mirarle y se fue al banquillo. Unos minutos antes Neymar también fue cambiado y, a diferencia de Messi, estrechó la mano del Tata.
Nada más terminar el partido, desde algunos medios, así como en las redes sociales, se inició una polémica sobre si el Tata le había llamado para felicitarle y él no se había parado a saludarle, ya que estaba enfadado por la sustitución.
Messi lo desmintió al término del partido: "En ningún momento hice algún gesto en el cambio que produjo Martino cuando me saca. A nadie le gusta salir, pero debemos aceptar porque es lo mejor para el equipo".
El argentino estaban tan molesto que en su cuenta oficial de Facebook fue más rotundo que nunca: "Lo que no voy a aceptar es que ciertos medios salgan a decir mentiras sobre cualquier situación que sucede conmigo".