El voley playa español está siendo sin duda una de las grandes sorpresas que se está llevando nuestro país en estos Juegos. Tanto la pareja masculina como la femenina están asombrando a propios y extraños, pasando la primera fase de forma casi impoluta y situándose como grandes bazas para unas nuevas medallas españolas. Los chicos tropezaron en su segundo partido, frente a la pareja qatarí, que está conformada por un brasileño y un senegalés. Fue un partido raro que Gavira y Herrera tenían controlado, pero que se escapó de una forma extraña. Salvo ese desliz, la andadura ha sido brillante hasta la fase final.
Después de un inicio triunfal ante Austria, el tropieza ante Qatar dejó en entre dicho la clasificación. España se lo jugaría todo ante la peligrosa Estados Unidos y el partido fue duro como pocos. Tras dos sets, continuaba el empate entre las pareja formada por Gavira y Herrera y la formada por los americanos Patterson y Gibb. En un último set de vértigo España consiguió abrir brecha gracias a una oportuna reclamación al árbitro, debido a que Estados Unidos le había dado cuatro toques a la pelota. Ahí se implantó una ventaja de cuatro puntos que Gavira y Herrera ya no iban a dejar escapar. Los nuestros vencieron por 15 a 7 y lograron su pase para los octavos de final.
El 'maracanazo' de las chicas
Pero aún por encima de la trayectoria de los chicos está la de la pareja femenina, formada por Elsa Baquerizo y Liliana Fernández. Las chicas no han cedido ni un solo set en todo el torneo, destrozando tanto a Argentina como a la República Checa en los dos primeros partidos del grupo. A diferencia de la pareja masculina, en la que Pablo Herrera ya tiene una medalla de plata en los Juegos de Atenas, la femenina es completamente nueva en esto de ganar. Ya compitieron juntas en Londres y se quedaron en una discreta novena posición. En los campeonato de Europa, han completado buenas actuaciones, pero nunca rematándolos con una victoria.
Por eso el hambre de éxito corre por sus venas, y eso se nota. El tercer partido del grupo era el idóneo para tomárselo con calma. Las rivales eran las brasileñas, quienes además de jugar en casa son las campeonas del mundo en título. Ágatha Bednarczuk y Bárbara Seixas se hicieron con el oro en Holanda el pasado verano y son las grandes favoritas para repetir éxito en Río. Sin embargo eso no amilanó a las españolas, que volvieron a ser una apisonadora y vencieron sin dejarse ni un solo set. Un contundente 2-0 ante un público entregado a Brasil que terminó decepcionado y preocupado al mismo tiempo, ya que sus campeonas tienen unas serias rivales.
Los octavos de final, el fin de semana
Los cruces de octavos de final se disputarán este fin de semana. Primero jugará la pareja masculina, que se clasificó como segunda de grupo después del tropiezo frente a Qatar. El partido será el sábado a las 21:00 frente a un rival aún desconocido pero que será un campeón de grupo, y por lo tanto un duro escollo en el camino. Las chicas a priori no tendrán tanta competencia, ya que se enfrentarán a un segundo el domingo por la noche, en torno a la 1 de la madrugada. Si todo marcha bien y los nervios no atenazan, el voley playa podría comenzar a darnos lo que otros deportes, mucho más favoritos, nos han negado. Por ilusión no va a quedar.