Ha pasado ya más de un mes desde la gran fiesta en Ginebra donde la infanta Cristina reunió a gran parte de los Borbón para la graduación de su hija Irene Urdangarin. Sin embargo, la hija del rey Juan Carlos sigue en boca de todos. Y no solo por por su comentado (y supuestamente inminente) divorcio de Iñaki Urdangarin ni por los rumores que aseguran que el exdeportista viviría una crisis con Ainhoa Armentia de quien dicen se ha distanciado. Ahora son los planes de futuro de la hermana del rey Felipe VI los que acaparan la atención.
Instalada en Ginebra desde 2013, la infanta Cristina soñaba con poder reunir a toda su familia en la ciudad Suiza, Iñaki Urdangarin incluido. Unos planes que saltaron por los aires a principios de 2022 cuando se descubrió la relación secreta que su marido mantenía con su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia. Desde entonces, la hija de los reyes eméritos ha tratado de seguir con su vida normal en Ginebra. Una vida tranquila, centrada en su trabajo y en su hija pequeña, quien aseguran pronto abandonará 'el nido'.
Cumplidos los 18 años y terminados sus estudios en la Escuela Internacional de Ginebra (conocida como Ecolint), Irene Urdangarin se prepara para continuar sus estudios en Suiza, aunque lejos de su hogar. Unos estudios que, tal y como se comentó hace unas semanas, le llevarán al reconocido centro École Hôtelière de Lausanne. Algo que la propia Irene confirmó ante las cámaras tras su graduación.
Sin embargo, la pequeña de los Urdangarin podría no ser la única en estrenar vida en el nuevo curso. Y es que, según aseguran desde su entorno, la infanta Cristina se estaría planteando abandonar Ginebra para instalarse de nuevo en España.
La infanta Cristina se plantea regresar a España: “Madrid o Barcelona son sus opciones”
Así lo desvela la revista ‘Semana’, que apunta a que Irene Urdangarin tiene intención de abandonar la casa familiar para mudarse a Lausanne evitando así las horas de desplazamiento desde Ginebra y las horas de coche diaria. Considerado el centro universitario de dirección de hostelería más prestigioso del mundo, el EHL es por ello uno de los más exigentes, algo por lo que la hija pequeña de Iñaki Urdangarin quiere estar dedicada y concentrada al máximo.
Ante esta decisión, que tal y como aseguran la infanta Cristina tiene claro que “es ley de vida”, la hermana del rey Felipe baraja también un traslado para ella. En este caso a España. “Quiere volver a España porque ya nada le ataría a Ginebra si su hija se muda”, señalan fuentes de su entorno a la revista.
Aunque no es la primera vez que se especula con un regreso de la infanta Cristina a España, parece que en esta ocasión lo tendría más claro: “Se lo está planteando seriamente. Existe la opción de un traslado y ella no deja de darle vueltas. Era cuestión de tiempo porque ella ahora se queda sola allí”, aseguran desde su entorno al citado medio. Hace unos meses, ya se comentó el deseo de la infanta Cristina de regresar a España, donde viven dos de sus hijos, la mayoría de sus amigos y sus grandes apoyos, la infanta Elena y la reina Sofía.
Tras diez años en Ginebra, la infanta Cristina “está contenta con su trabajo, pero el día a día se le hace cuesta arriba al no tener tan cerca a los suyos” señalan a ‘Semana’ donde añaden: “Madrid o Barcelona son las opciones que ella tiene en su cabeza ahora. Es verdad que le tira más Barcelona porque allí tiene muchos amigos y, además, a su hijo Pablo Urdangarin que está repuntando como deportista”.
Aunque contenta con su vida en Ginebra, donde vive tranquila y sin presiones, y donde tiene un buen trabajo, la Infanta estudiar regresar. Un trabajo por el que según apuntó Pilar Eyre percibiría unos 400.000 euros anuales, y que también podría desempeñar desde España.
Según señala la revista, la infanta Cristina seguiría trabajando para la fundación Aga Khan, que permite la opción del teletrabajo para sus empleados, ‘obligando’ a personarse de vez en cuando en Ginebra, algo que podría hacer perfectamente la madre de Irene Urdangarin. Y también desde España podría seguir desempeñando su labor como directora del Área Internacional de la Fundación La Caixa, cargo que ya tenía antes de irse a Ginebra.
