La madrugada del 17 de septiembre fallecía Pepe Domingo Castaño a los 80 años. Una muerte inesperada provocada por una infección de garganta que se complicó y derivó en septicemia. El reconocido locutor se marchaba “de manera repentina”, tal y como señalaron sus compañeros en ‘Tiempo de Juego’, encargados de anunciar la triste noticia que ha conmocionado al mundo de la radio y del deporte.
En los últimos días, amigos y compañeros han arropado a la familia de Pepe Domingo Castaño para darle su último adiós. Rostros conocidos como los de Carlos Herrera, Iñaki Gabilondo, Juanma Castaño, Florentino Pérez o Iker Casillas acudieron a la capilla ardiente instalada en el tanatorio de Pozuelo de Alarcón. Una localidad muy cercana a la vivienda familiar donde el famoso locutor vivió sus mejores años. Una vivienda en la que se sentía enormemente feliz, tal y como él mismo desveló, y que forma parte de la gran herencia que deja en manos de sus seres queridos.
El gran patrimonio inmobiliario de Pepe Domingo Castaño
“Mi casa madrileña está ubicada en Aravaca, una zona muy tranquila del Madrid de las afueras. La había comprado con las ganancias mexicanas de ‘Motivos’, la canción que permaneció como número uno durante muchas semanas en las listas de toda Hispanoamérica. Los adelantos que me pagaba la compañía Melody, que tenía la exclusiva de mis discos, en cuanto entraban en la cuenta corriente del banco iban directamente al pago de las letras de aquel chalé adosado de la calle Sextante, que significó para Tere y para mí la culminación del sueño de tener una casa propia”.
Con estas palabras relataba Pepe Domingo Castaño en su libro autobiográfico ‘Hasta que se me acaben las palabras’, su primera inversión inmobiliaria en la que sería la casa de sus sueños junto a su mujer. Tal y como señala ‘Vanitatis’, se trata de una casa adosada de ladrillo con caso 300 metros cuadrados construidos donde el locutor ha vivido hasta el final de sus días.
En este chalet, ubicado en una de las zonas más exclusivas de la capital, Pepe Domingo Castaño instaló un pequeño gimnasio en el que entrenaba cada día. Así lo desveló hace un año al citado portal: “Soy de hacer cinta en casa, hago unos cuarenta y cinco minutos diarios a buena velocidad. No me gusta el olor de los gimnasios, del spa y de las saunas. De hecho, no voy nunca”.
Según desveló el presentador en su biografía, en esta gran casa “éramos felices de verdad”. “Hugo tenía ya tiene años y Óscar acababa de nacer. Aquella casa significó la integración total de la familia en un entorno de alegría y felicidad”.
Una primera propiedad que, como señala, se convirtió en su gran sueño. Antes, el matrimonio vivió en un apartamento en la zona de Arturo Soria donde se había trasladado Pepe Domingo Castaño tras su separación de María Luisa Seco (y que perteneció a Karina y Tony Luz), y más tarde en un piso en la zona de Pinar de Chamartín donde vivieron hasta que se mudaron a Aravaca.
Aunque convertida en la gran joya de la herencia de Pepe Domingo Castaño, la casa de Aravaca no fue la única ni la última inversión inmobiliaria del veterano locutor. Su éxito en las ondas le permitió adquirir otras propiedades. En los años 80, el matrimonio compró un piso de 180 metros cuadrados en la urbanización Las Lomas de Marbella. Un bonito lugar donde la familia disfrutó de sus vacaciones durante años.
“Todavía seguimos yendo a Marbella. Nos compramos un apartamento en la Milla de Oro, en la urbanización Coto Real de nuestro gran amigo Pepe Ros, y allí disfrutamos del sol, de la paz, del olor y el sabor de ese lugar único, donde la vida tiene sentido y el alma serena”, señaló Pepe Domingo Castaño en su biografía.
Entre las propiedades del presentador también figuran dos apartamentos con plaza de aparcamiento que, tal y como señala ‘Vanitatis’, adquirió en el año 96 en la localidad madrileña de Las Rozas.
Inversiones en una aerolínea y una empresa
Tras un matrimonio fallido con María Luisa Seco, en 1985 Pepe Domingo Castaño se casó con María Teresa Vega, de quien siempre dijo era la mujer de su vida. Tuvieron dos hijos, Hugo, comandante de aviación, y Óscar, que estudió Ciencias de la Comunicación y trabaja como realizador de televisión.
Tanto María Teresa como sus dos hijos forman parte de la estructura societaria de la empresa Saudade Flavia S.L, dedicada a “Servicios de publicidad, relaciones públicas y similares”, y de la que Pepe Domingo Castaño es propietario del 70 por ciento.
Su hijo Hugo Castaño Vega figura en el registro mercantil como administrador único de esta sociedad que tiene una participación del 2,15 por ciento en la aerolínea Plus Ultra, la misma para la que trabaja Hugo como consejero.