Mundialmente conocido pero un completo desconocido. Así parece ser Vladímir Putin. Desde que el pasado 24 de febrero Rusia invadiera Ucrania, todas las miradas están puestas en el presidente ruso y en su sorprendente y misteriosa vida. Una vida de la que tan solo muestra lo que quiere y que trata de mantener alejada del mundo.
Así lo ha demostrado en las últimas décadas, ocultando la identidad real de sus dos hijas oficiales, María y Katerina, fruto de su matrimonio de 30 años con Lyudmila Putina, y con Alina Kabaeva, su supuesta amante desde hace 15 años, con la que aseguran ha tenido varios hijos.
A pesar de querer ocultar muchos de los aspectos de su vida, Putin trabaja para proyectar una imagen de poder y superioridad. Algo en lo que sus lujosos gustos juegan un papel importante.
A través de las apariciones públicas de Putin, cada vez menos habituales lo que ha hecho despertar rumores sobre una posible enfermedad, muchos han confirmado los gustos caros del mandatario ruso, cuya fortuna es un misterio, pero hay quien asegura que podría rondar los 190.000 millones de euros.
El gusto por la ropa cara de Putin
Así ocurrió el pasado 18 de marzo cuando Vladímir Putin reapareció ante cerca de 200.000 personas en el estadio Luzhnikí de Moscú. En este acto, coincidiendo con el aniversario de la anexión de Crimea a Rusia, el mandatario ruso lanzó un mensaje de unión del pueblo ruso en plena guerra con Ucrania.
Un discurso de lo más aplaudido que ofreció enfundado en un abrigo de la firma Loro Piana con un precio de 12.000 euros. Una cantidad que, tal y como ha desvelado el diario 'The Mirror', es 31 veces el salario medio mensual del país. Como era de esperar, la marca, que forma parte del grupo LVMH, trató de distanciarse rápidamente de esa imagen mostrando su apoyo al pueblo ucraniano.
Además, para este analizado acto, el político utilizó también un jersey de cuello vuelto de color crema de la marca italiana Kiton, una de sus favoritas, que tiene un precio de 2.800 euros.
Y es que de sobra son conocidos los gustos caros de Vladímir Putin, quien en alguna ocasión ha asegurado vivir con un modesto salario, que, evidente no le permitiría vivir con los lujos que discretamente muestra.
Apasionado confeso de las historias de espías y agentes secretos, cuentan que desde pequeño quiso ser el James Bond de Rusia. Un sueño tras el que podría estar su pasión por los trajes a medida que encarga en algunas de las sastrerías más prestigiosas de Italia. Entre sus firmas favoritas están la citada Kiton y Brioni, firma que vistió al famoso agente 007 en varias de las películas de la famosa saga.
Eso sí, lejos de alardear de sus caros gustos por la moda, cuentan que su estilista personal quita las etiquetas de sus prendas de lujo para evitar ser relacionadas con dichas marcas. O tal vez para evitar que se descubra la fortuna que gasta en ellas.
Para los zapatos, cuentan que sus favoritos son de John Lobb y de Salvatore Ferragamo, y para las corbatas, en los que prima la discreción, elige a Valentino.
Tal y como desvela 'The Mirror', su ropa deportiva también demuestra sus caros gustos. Hace unos años, Putin posó junto a su primer ministro, Dmitry Medvedev, con un chándal de la firma Loro Piana valorado en 2.800 euros y confeccionado en cachemira y seda, unos tejidos poco apropiados para practicar deporte.
La colección de relojes de Putin
En el año 2012, un grupo de la oposición rusa publicó un video sobre la gran colección de relojes que tiene Putin. En él, intentaron desvelar cada una de las piezas que tiene, llegando a asegurar que estaba valorada en casi seis veces su salario oficial.
Según detalla el citado medio británico, se calcula que la colección de relojes tendría un valor de unos 600.000 euros (algunos apuntan a que es superior). Entre sus piezas más exclusivas se encontraría el modelo 'Tourbograph Pour le Merite', una obra maestra con correa de piel de cocodrilo cosida a mano que podría alcanzar el medio millón de euros.
Las propiedades de Vladímir Putin
Aunque nadie sabe a ciencia cierta ni la fortuna ni las propiedades de Putin, es de sobra conocido que cuenta con un gran patrimonio. Según la prensa internacional, el presidente ruso es el dueño de una de las propiedades más caras del mundo, el conocido como Palacio de Putin', con un valor estimado de 1.178 millones de euros.
Ubicado en la ciudad de Gelendzhik, a orillas del mar Negro, en un documental emitido en 2021, el activista ruso Alexséi Navalny desveló que esta inexpugnable construcción era propiedad de Putin, quien habría dotado a la propiedad de todos los lujos y comodidades, desde un casino y un cine a una pista de hockey sobre hielo y unos viñedos propios
Como era de esperar, el Kremlin negó que el presidente ruso fuera el propietario de este palacio, construido en 2005 tal y como desveló la BBC. Afirmaron que se trataba de un negocio entre varios empresarios.
Según 'The Mirror', Putin también sería dueño de otras propiedades como 19 viviendas 58 aviones y helicópteros y un extravagante yate valorado en 87 millones. Eso sí, desde hace años, son varias las lujosas embarcaciones repartidas por algunos de los puertos más prestigiosos que se consideran propiedad del mandatario. Eso sí, como todo en su vida, todo sin confirmar.