Considerado una leyenda de la selección brasileña y del Real Madrid, equipo al que sigue ligado y en el que jugó once temporadas, Roberto Carlos también ha acaparado las miradas por su agitada vida sentimental. Un aspecto que vuelve a convertirle en noticia tras salir a la luz su separación de la fisioterapeuta Mariana Luccón, madre de dos de sus once hijos.
Juntos desde 2009 y padres de Manuela (2010) y Marina (2017), Roberto Carlos y Mariana Luccón habrían decidido poner fin a sus 15 años de matrimonio por razones que, por el momento, se desconocen.
Así, tal y como han asegurado diferentes fuentes, ha sido el exfutbolista quien ha abandonado la casa familiar para instalarse en la ciudad deportiva del Real Madrid, ubicada en Valdebebas. Una mudanza temporal, al menos mientras se resuelve el divorcio que, según apuntan, se avecina largo y complicado debido al millonario patrimonio de Roberto Carlos.
Roberto Carlos y Mariana Luccón, en junio de 2020. Foto: Europa Press
La difícil separación de Roberto Carlos: está en juego una fortuna de 160 millones de euros
Fue en el año 2015 cuando Roberto Carlos colgó las botas. Desde entonces, el exfutbolista ha seguido ligado al mundo del fútbol y al club en el que jugó la mayor parte de su carrera futbolística. Así, en la actualidad, es comentarista y analista del Real Madrid televisión y participa tanto en actos y campañas del club como en los actos de la Fundación.
Con una exitosa carrera a sus espaldas, es de imaginar que Roberto Carlos cuente con una gran fortuna. Un patrimonio que, según varios portales deportivos, alcanzaría los 160 millones de dólares, procedentes no solo de su salario y patrocinios deportivos, también de sus lucrativas inmersiones en Brasil.
Además, Roberto Carlos cuenta con varias propiedades, entre ellas la casa en la exclusiva urbanización madrileña de La Moraleja, donde ha vivido hasta ahora con su mujer y sus hijas, y posee una importante colección de coches de alta gama.
Una inmensa fortuna que tras su separación estaría en juego y que tendrá que negociar con su todavía mujer.
Las mujeres en la vida de Roberto Carlos y sus once hijos
Tras su separación de Mariana Luccón, Roberto Carlos se enfrenta a su segundo divorcio, aunque a lo largo de su vida ha vivido otras relaciones y rupturas complicadas con hijos de por medio. Y es que el exfutbolista es padre de once hijos de diferentes madres. En 2014, en una entrevista para ‘Gazzetta dello Sport’ señaló: “Tuve solo dos esposas. Pero más difícil de contar son las mujeres con las que tuve hijos. Tengo ocho, de seis madres diferentes. No me acuerdo…”
Como es de imaginar, el número de hijos de Roberto Carlos ha dado mucho que hablar. Un tema sobre el que él también se ha pronunciado en algunas ocasiones. “Ahora vivo con Manuela y tengo varios hijos por ahí. Tengo en Brasil siete. Tengo una en México, una en Hungría que vive en Alicante y los demás viven en Brasil” señaló hace años en una entrevista concedida a Josep Pedrerol.
La primera mujer de Roberto Carlos fue la abogada brasileña Alexandra Pinheiro, de quien se divorció en 2003 tras 12 años juntos y con quien tuvo a sus hijos Roberta, Giovanna y Roberto Junior, a quien adoptaron.
Tras su separación, Roberto Carlos mantuvo numerosas relaciones e hijos. Con la abogada brasileña Alessandra Martins tuvo a Luca; con la periodista Simone Hamilko a Carlos Eduardo; con la brasileña Barbara Thurler a Bernardo y Betina; con la húngara Alexandra Fedra a Christopher; y con la mexicana Dora Robles a Rebecca Carla.
Ahora, Roberto Carlos se enfrenta a una nueva separación que se espera que sea pacífica. Y es que no todas sus rupturas lo han sido. Así ocurrió con algunas de sus exparejas, como Barbara Thurler, Alessandra Martins o Dora Robles, con quienes tuvo problemas por la manutención de los hijos.
Unos problemas a los que el propio exfutbolista se refirió hace unos años en una entrevista, en la que señaló: “Es una pena no poder estar cerca de los niños. No tengo mucho contacto con mis hijos porque tengo problemas con sus madres, que solo piensan en la parte financiera. Aunque el cariño de ellos es algo importante…”
