Economía

La aerolínea española de Thomas Cook vuelve a concurso meses después de su venta

Los trabajadores denuncian la mala gestión de los nuevos propietarios, que adquirieron la compañía en mayo de 2020 para salvarla de la quiebra y desde entonces no ha operado "ni un solo vuelo"

  • Thomas Cook.

La aerolínea española de Thomas Cook volverá al concurso de acreedores nueve meses después de salvarse. La compañía sobrevolaba la quiebra desde el 23 de septiembre de 2019, cuando su matriz dio por finalizadas sus operaciones. Sin embargo, un atisbo de esperanza llegó para los trabajadores de la filial cuando en mayo de 2020 el grupo inversor alemán Panaf Holding acordó la compra de la compañía mallorquina, tal y como avanzó Vozpópuli.

Sin embargo, nueve meses después la aerolínea vuelve a palpar un final que parece el definitivo. Los últimos propietarios se preparan para liquidar la empresa, que no ha operado "ni un solo vuelo" desde que se formalizó la compraventa, según informan fuentes internas a este periódico. 

El nuevo presidente y ex director general de la quebrada Air Berlin en España y Portugal, Alvaro Middelmann, ha comunicado a los casi 100 trabajadores de la aerolínea que "la situación de liquidez y las perspectivas todavía muy negativas del sector de la aviación" por la covid-19 "han llevado a la muy lamentable decisión de solicitar la disolución de la empresa".

Además, en una reunión con los trabajadores este lunes, el consejo de administración de Thomas Cook Balearics ha confirmado a los empleados que la compañía entra ahora en un concurso de acreedores y, consecuentemente, toda la plantilla se verá afectada por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).

"Una empresa fantasma"

La aerolínea balear contaba con un certificado de operador aéreo español (AOC), una licencia de explotación, y seis aviones Airbus operados por Condor, la compañía aérea germana también de Thomas Cook que ha ido consiguiendo balones de oxígeno del Gobierno alemán para sobrevivir. Sin embargo, trabajadores de la compañía informan que a día de hoy no queda nada, ni siquiera una oficina física. "Es una empresa fantasma", comentan.

La aerolínea no opera desde que el coronavirus estalló en España y todos sus trabajadores están incluidos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) desde mayo de 2020. Ahora los trabajadores esperan un despido colectivo del que se hará cargo FOGASA (el Fondo de Garantía Salarial que abona a los trabajadores los salarios e indemnizaciones pendientes de cobro por insolvencia o concurso de acreedores).

Fuentes de la compañía aseguran que la compañía se vendió con "una caja suficiente para liquidar e indemnizar al 100% de la plantilla ordenadamente" y Panaf Holding se comprometió a pagar las liquidaciones de los trabajadores en caso de quiebra. Sin embargo, los empleados denuncian que los nuevos propietarios han acabado con esas reservas, que otras fuentes cuantifican en más de 2,5 millones de euros, sin asegurar el futuro de la compañía.

Thomas Cook Balearics acumulaba una deuda preconcursal cercana a los 20 millones de euros con empresas del grupo tras el colapso de su matriz (Thomas Cook). Según informan fuentes solventes a Vozpópuli, Panaf Holdig se comprometió a hacerse cargo de todos los créditos contra la masa (gastos generados después del concurso) y acordó una quita con los acreedores que reducía la deuda preconcursal a una décima parte y a pagar en "un periodo de espera razonable". 

Además, otras fuentes cercanas a la empresa consultadas por este periódico aseguran que Panaf Holding se comprometió a inyectar medio millón de euros en la aerolínea tras su compra para poner en marcha su plan de negocio, pero "eso nunca ocurrió". "Nada de lo que se nos prometió se ha hecho o cumplido", lamentan los trabajadores, que verán cómo la empresa regresa al concurso para liquidarla definitivamente. 

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