El secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, ha asegurado que "la alternativa" a la reforma energética en la que trabaja el Gobierno es "quebrar el sistema eléctrico", lo que "ningún país va a permitir" a la vista de casos como "el ejemplo californiano, donde se organizó un caos en el Estado impresionante".
Nadal realizó estas consideraciones en el Campus Faes, donde adelantó que no se levantará "en el corto plazo" la moratoria a las renovables primadas y consideró además que, si se cargase la solución del déficit de tarifa sobre el consumidor, habría que subir un 35% los peajes y un 17% la tarifa final de luz, lo que "barrería la competitividad del país".
Como el Gobierno "quiere hacer lo posible para trasladar lo mínimo la subida al consumidor", la reforma "seguirá pidiendo esfuerzos a los agentes del sector" mediante la adopción de "medidas razonables que ajusten la retribución en el sistema dentro del sentido común, teniendo en cuenta la situación y los ciclos de la económica."
La reforma garantizará una rentabilidad razonable, pero en su elaboración se tendrá en cuenta que "hay agentes participantes que tienen todo vendido nada más empezar, por tener preferencia de despacho o como gestor de red", mientras que "otros" tienen "más riesgo de mercado o tecnológico".
Nadal no citó tecnologías concretas y se limitó a decir que la reforma será "sobre todo una ley de estabilidad financiera del sector eléctrico" que impida, a través de normas de rango inferior, que se puedan volver a producir desajustes. En esta línea, indicó que "no se va a permitir la introducción de nuevos costes si no hay una partida equivalente de aumento de ingresos" y reiteró, como ya adelantó el ministro José Manuel Soria en el Congreso, que se realizarán revisiones retributivas cada cinco años.
Estas "reglas de estabilidad y protección" serán parecidas a las del dinero público porque "el consumidor eléctrico somos todos" y, "si en última instancia el sector público va a rescate del privado, son fondos del contribuyente a rescate de consumidores" también contribuyentes, explicó.
El objetivo es "evitar que se repita una monstruosidad de deuda tarifaria" como la actual, indicó el secretario de Estado, antes de advertir de la dificultad de trasladar el peso de la solución a las arcas públicas y de describir su misión como la de "eliminar las partes superfluas del sistema".
Nadal criticó que en el pasado se haya metido "todo en el recibo de la luz", incluidos costes como los extrapeninsulares aprovechando una ley "suficientemente amplia y ambigua" para aprobar partidas "sin ningún tipo de control".Esta posibilidad supone una "enorme tentación" y ha provocado un "abuso" por parte de los gobiernos anteriores. "A mi despacho viene gente con el discurso de que meta algo en la tarifa porque crea 700 empleos y no se va a pagar hasta 2016", dijo.
Desequilibrios en los costes y moratoria
Tras decir que el déficit de tarifa estructural es del 4.000 millones al año, o de 10.000 millones si no se hubiesen adoptado medidas, Nadal aludió al caso de la fotovoltaica como ejemplo de los desequilibrios en los costes.
"Si en vez de 4.000 megavatios (MW) hubiéramos hecho 400 MW en 2007 y 2008, y hubiésemos ido aumentando poco a poco, la factura sería más baja y el impacto menor y no estaríamos hablando de déficit. Y como esto, veinte mil cosas más", afirmó.
En la situación actual, y con una demanda que sigue bajando y costes en aumento, Nadal no levantará "en el corto plazo" la moratoria a la instalación de renovables sin prima. "Todavía tenfo que escuchar a comunidades autónomas preguntar cuándo vamos a permitir nuevas instalaciones sin primas", se lamentó.
"En el corto plazo, no. La gasolina que teníamos para que ese coche andara la hemos consumido de partida", indicó, antes de considerar que "la oportunidad de que España fuese un líder en renovables ha sido un fogonoza y un artificio, y ahora solo queda la deuda".