Los parados se empobrecerán unos 100 millones de euros el año que viene. Ésa es la cifra de ahorro que se deriva de la decisión del Gobierno de congelar el llamado IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples) y que se emplea en España para determinar no sólo becas, ayudas o subvenciones sino también, y sobre todo, el subsidio de desempleo.
Si se cumplen las previsiones de inflación que el Gobierno maneja en los Presupuestos de 2014 para el año que viene -que calcula un incremento de entre el 1,3 y el 1,5% en los precios-, la puesta al día de las subvenciones al desempleo habría forzado al Gobierno a sumar otros 91 millones a los 7.000 que se destinan a día de hoy a este capítulo. La congelación del IPREM supone un ahorro para el Estado y un nuevo golpe para los parados que llevan una pérdida acumulada del 7,7% de su poder adquisitivo desde el año 2009, cuando comenzó a congelarse el índice.
Ese empobrecimiento del 7,7% afecta no sólo a los parados, sino también al número de perceptores de becas y ayudas públicas que quedan excluidas de la percepción si sus salarios mantienen el poder adquisitivo de manera natural. De hecho, la simple evolución de los precios en los últimos cinco años ha devaluado las ayudas vinculadas a ella.
Quien en el año 2009 percibía ayudas por valor de 532,51 euros podía afrontar una cesta de la compra por ese valor. Pero a fecha de hoy, esa cesta de la compra se ha encarecido más de 50 euros, un 7,7%, frente a unas ayudas que se mantienen congeladas desde hace cuatro años.
Esa pérdida de poder adquisitivo se extenderá, tras la decisión del Gobierno, al año 2014 por lo que, cuando acabe ese ejercicio, los parados habrán perdido un 9,6% de poder adquisitivo.
Congelación del Salario Mínimo en ciernes
El ministerio de Trabajo tiene previsto también congelar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), aunque oficialmente asegura que "todavía no ha tomado una decisión definitiva".
El Salario Mínimo fue congelado ya en 2012 y sólo subió en 2013, después de que sindicatos y empresarios firmaron el II Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva.
España tiene un salario mínimo más bajo que el de sus vecinos de la Unión Europea y casi 150 euros al mes por debajo de la media de la Unión Europea, según los datos de la OCDE. El ministerio de Trabajo no cifra el número de españoles que cobran esa cuantía, pero los datos de tributación de Hacienda reflejan que más de 10 millones de españoles cobran menos de 1.000 euros al mes y una buena parte de ellos vive con el SMI.
Esas dos rebajas son exactamente las que recomendó el Banco Central Europeo a Mariano Rajoy en el mes de agosto del año pasado. Desde entonces, los salarios han bajado casi un 6%, como sugería el regulador y se plantea ahora la congelación del SMI.
Más presión sobre los autónomos
La tercera medida anunciada por el Ejecutivo pone también presión sobre los autónomos. El Ejecutivo sube un 2% la base mínima de cotización en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), hasta los 875,70 euros mensuales. Esa subida se repite este año después de que en 2013 se incrementara otro casi 1%. Más del 80% de los autónomos cotizan actualmente por esa base mínima.