Ya hay fecha para la batalla judicial entre dos gigantes financieros. Banco Santander y BNP Paribas se verán las caras en el Tribunal Mercantil de Londres por un pleito de 250 millones de euros. El juicio se celebrará durante los meses de noviembre y diciembre de 2024, después de que la justicia británica rechazara la pretensión del banco español de desestimar por vía sumaria la demanda que interpuso BNP a principios de 2022.
El pleito tiene que ver con Uro Property, la filial de oficinas que Santander compró en 2020. El grupo francés reclama a Santander el pago de 250 millones como prima adicional al provocarse la amortización anticipada de una emisión de bonos de Uro por 1.350 millones, en la que BNP participó como agente.
La financiación se suscribió en 2015, pero el conflicto se originó en 2020, coincidiendo con la compra de Uro por parte de Santander y la pérdida posterior de su condición de Socimi. Uro niega ser responsable del pago de esta prima y solicitó desestimar la demanda por vía sumaria. Aunque la justicia británica desestimó dicha petición y la confirmó en apelación.
“Se estima que la pérdida máxima asociada a esta posible contingencia asciende aproximadamente a 250 millones de euros”, recoge Santander en su último informe financiero, correspondiente al primer semestre del año.
Ambas entidades se han cubierto con representantes legales para preparar la batalla legal. Santander cuenta con el asesoramiento del bufete británico Humphries Kerstetter, mientras que BNP ha contratado a Baker & McKenzie.
El casero de Santander
Uro Property Holdings se constituyó en 2007, año en el que compró 1.152 sucursales del Santander por 2.040 millones de euros, coincidiendo con el estallido de la burbuja inmobiliaria en España. Así, se convirtió en casero de Santander al alquilarle dichas sucursales por un periodo inicial de 25 años. Tras varias ventas, la inmobiliaria posee casi 680 oficinas, de las que la mayoría (642) están arrendadas al banco español.
Uro se transformó en Socimi en febrero de 2015 para beneficiarse de las ventajas fiscales de esta fórmula societaria inmobiliaria. Pero con el aumento de la participación de Santander, hasta rozar el 100%, la compañía incumplió el requisito de que más del 80% de sus ingresos procedan de terceros, por lo que perdió su condición de Socimi.
La disputa legal con BNP no es la única que tiene abierta Santander con una entidad francesa. En este caso, con la aseguradora Axa, que le reclama 552 millones de libras (643,4 millones de euros) por las conocidas como preferentes inglesas. Aunque esta factura la ha rebajado un 21%.
Otras disputas legales
La disputa legal con BNP no es la única que tiene abierta Santander con una entidad francesa. En este caso, con la aseguradora Axa, que le reclama 552 millones de libras (643,4 millones de euros) por las conocidas como preferentes inglesas (las pólizas de PPI). Aunque esta factura la ha rebajado un 21%.
Las pólizas de PPI eran un seguro que los principales bancos británicos vendieron entre sus clientes desde los años 90. Los tomadores cobraban este seguro en caso de pérdida de ingresos por enfermedad o pérdida del empleo.