El Banco de España cuestiona que el Gobierno pueda cumplir con el objetivo de déficit fijado por Bruselas para este año después de observar los datos de recaudación de impuestos que ha presentado el Gobierno. Según recoge en su boletín económico de octubre, se está detectando una “cierta ralentización en el ajuste de determinadas partidas de gasto” y unos ingresos menores de lo previsto: “los ingresos tributarios son todavía insuficientes para alcanzar los objetivos para el conjunto del año”, concluye el Banco de España.
"Los ingresos son todavía insuficientes para alcanzar los objetivos para el conjunto del año”, afirma el BdE
Según el regulador, sólo una repentina recuperación económica y del consumo evitaría el incumplimiento de los objetivos marcados por Bruselas. Según afirma el boletín del regulador, la situación sólo “podría subsanarse en caso de que algunas de las medidas adoptadas el año pasado generaran una aportación adicional en los meses que restan de 2013 o que se produjera una mejora en las bases imponibles sustentada en una evolución económica más favorable”.
El incumplimiento puede salpicar la imagen de recuperación
Con esa perspectiva, España no cumpliría el objetivo de déficit del 6,5% marcado por la Unión Europea, ante lo que el regulador advierte del riesgo de que descarrile la percepción de recuperación económica: “ese cumplimiento (…) tiene gran importancia para afianzar la mejora en la percepción de la economía española y en la confianza de los agentes y los mercados”.
La repentina evolución más favorable que reclama el Banco de España no se avista si se tienen en cuenta los dos criterios que la propia entidad destaca a pie de calle:
- El crédito bancario ha vuelto a caer: Según los datos del Banco de España la financiación concedida a las familias se redujo a una tasa interanual del 3,9%
- Los salarios seguirán cayendo: Según afirma el boletín, el regulador espera “descensos adicionales de los costes laborales” pese a que los precios seguirán subiendo a ritmos del 0,3%. El resultado es un empobrecimiento de los consumidores que no augura un despegue inmediato del consumo.