El Banco Central Europeo (BCE) ha excluido a los bonos de la Generalitat de Cataluña de su programa de compra de activos financieros para estimular la economía europea. Calificados como bono basura por las tres principales agencia de referencia desde noviembre, los bonos de la Generalitat no figuran en la extensa lista de activos de toda Europa que la institución presidida por Mario Draghi está dispuesta a comprar.
Según las reglas del BCE se les impide invertir en bonos emisores que tengan calificación de 'bono basura' como es el caso de Cataluña
Según publica este miércoles el diario El Mundo, que ha tenido acceso a la lista completa de bonos que podría comprar el BCE, los bonos de la Generalitat no cumplen con los requisitos mínimos de calificación de solvencia para que puedan ser adquiridos. Así, es la única comunidad autónoma que no tendría derecho a que su deuda fuera comprada por la institución para contribuir a aliviar la presión del mercado.
Y es que según las reglas del BCE se les impide invertir en bonos emisores que tengan una calificación de bono basura, como es el caso de Cataluña. La única excepción que se da en el marco de la Unión Europea es Grecia ya que está sujeto a un rescate bancario con condiciones.
La institución europea, por el contrario ha sido más flexible con otras comunidades autónomas con Valencia o Andalucía, que también suspendidas parcialmente por alguna de las tres principales agencias de rating, no las han excluído de sus compras. Asimismo, en el programa de compra de bonos de administraciones regionales y de empresas europeas que sirven para fomentar el crecimiento económico, impulsado por Mario Draghi, figuran otras comunidades autónomas como Madrid, Baleares o Murcia.
Bono basura
La agencia de medición de riesgos Fitch rebajó el pasado mes de noviembre dos escalones la calificación crediticia de Cataluña, desde BBB- hasta BB, situándola en la consideración de bono basura, debido a la aprobación, por parte del Parlamento catalán, de la resolución que da inicio al proceso independentista.
Fitch adoptó esta decisión al entender que este pronunciamiento de la Cámara catalana puede afectar a la relación de cooperación de la Generalitat con el Gobierno español.