La maquinaria de desinversiones de CaixaBank no se detiene ni un segundo. La entidad liderada por Gonzalo Gortázar acaba de cerrar la mayor venta inmobiliaria de su historia, de 12.800 millones al fondo Lone Star, y ya ha puesto en marcha otra nueva operación.
Se trata del 'Proyecto Orion', con el que CaixaBank quiere traspasar a los fondos oportunistas una cartera de 600 millones en créditos problemáticos, según fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Al contrario que en otras ocasiones, la cartera no es de créditos a promotores, sino a pequeñas y medianas empresas (pymes). Los créditos tienen colateral inmobiliario, ya sea por un inmueble comprado por las pymes morosas u otro puesto como colateral para pedir un préstamo para la actividad empresarial.
El 'Proyecto Orion' se puso en marcha hace algunas semanas y se prevé que se cierre a la vuelta de verano. Actualmente está en fase de ofertas no vinculantes.
De los pisos a los créditos
La antigua Caixa pone esta cartera en marcha para reducir el volumen de dudosos, después de haber eliminado de su balance los activos adjudicados. La entidad acordó con Lone Star la venta de 12.800 millones en pisos, suelos y promociones por 6.700 millones.
CaixaBank presenta este viernes los resultados del primer semestre, los primeros en los que mostrará la primera fotografía tras el acuerdo con Lone Star.
Junto a este acuerdo, la entidad vendió una cartera de 650 millones en créditos problemáticos a Cerberus, dentro del 'Proyecto Ágora'.
Tras estas operaciones, a CaixaBank le quedan en su balance unos 3.000 millones en pisos en alquiler y 13.000 millones en créditos dudosos, en términos netos.
En el mercado se espera que haga una gran desinversión de la cartera de dudosos en los próximos meses, de mayor envergadura que el 'Proyecto Orion'. Con ello, la entidad catalana entraría limpia en su nuevo plan estratégico, que anunciará a final de año.