El Ministerio de Industria cerró el año anunciando la inminente salida de su ministra para pelear por el Ayuntamiento de Madrid para PSOE y el cese de dos pesos pesados del Ministerio. Una inestabilidad que, según explican fuentes internas a Vozpópuli, eleva el control del equipo de Asuntos Económicos sobre Industria y que se produce después de dos errores clave para esta rama del Gobierno: el 'portazo' al marido de Nadia Calviño y el fiasco en la gestión de los PERTE. 

"La alternativa que suena con más fuerza para sustituir a Reyes Maroto es que Industria pase a depender del Ministerio de Asuntos Económicos o que se ponga al frente a alguien próximo a Calviño", puntualizan fuentes internas. Uno de los nombres que se barajan es el de Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización y considerada una de las personas de confianza de Nadia Calviño. 

Pero es que el otro nombre que suena, el de Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio, es en realidad una vieja conocida del Ministerio de Asuntos Económicos: entre 2013 y 2015 desempeñó diferentes puestos en la Dirección General de Política Económica del Ministerio de Economía, e inició su carrera profesional en 2004 el Servicio de Defensa de la Competencia en el mismo Ministerio. En 2004, ingresó en el Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado, la misma oposición que ganó Calviño 10 años antes.

También se ha contemplado como ministro a Manuel de la Rocha, hombre de total confianza de Pedro Sánchez. Secretario General del Departamento de Asuntos Económicos y G20 en Gabinete de la Presidencia del Gobierno, el responsable de los fondos europeos sería difícil de sustituir.

La propia Calviño ha desmentido que vaya a asumir ella misma directamente el Ministerio como hizo Luis de Guindos en 2016 tras la dimisión de José Manuel Soria. En Antena 3, la vicepresidenta lo descartó y se refirió a problemas de agenda, y lo cierto es que el ministro de Industria y Turismo debe realizar viajes constantes que sería difícil compaginar, máxime cuando va a pilotar muchas de las iniciativas de la Presidencia Española de la UE desde julio con la que Sánchez quiere poner el broche a la legislatura.

El Ministerio de Industria es tradicionalmente muy próximo y dependiente del de Economía, papel que se ha acentuado en las legislaturas de Pedro Sánchez. Una proximidad que no sirvió para colocar al marido de Calviño en la Escuela de Organización Industrial (EOI). Los hechos que trataba la noticia que detallaba Vozpópuli este lunes causaron malestar entre la ministra de Asuntos Económicos e Industria y le llevaron a buscar otras alternativas, como fue el caso de Patrimonio Nacional.

El más señalado por este portazo a Manrique de Lara fue Raül Blanco, por entonces secretario general de Industria y presidente de EOI. Dos cargos de los que fue relevado meses después. Aunque como desvelaba este diario, quien se negó a acomodar al marido de la vicepresidenta en la EOI fue su entonces directora general, Nieves Olivera, Blanco era su responsable jerárquico, de quien depende la Escuela de Organización Industrial.

El PERTE y los ceses

Sin embargo, las mismas fuentes apuntan a que, a pesar de que le rodeaba la sombra de su poca colaboración en el asunto Manrique de Lara, el principal motivo del cese de Blanco, que ha sonado como ministrable, fue "tener una agenda independiente a Maroto" y "haber sido la cabeza visible del fracaso en el PERTE del automóvil".  

Raül Blanco era el número 2 de Reyes Maroto en lo respectivo a la Industria y las inversiones del Plan de Recuperación y los PERTE le abrieron muchos frentes y presiones, según describen fuentes conocedoras. Blanco fue el principal responsable de que la negociación con Volkswagen estuviera rota semanas después de que Pedro Sánchez celebrara con una foto el gran acuerdo.

El Grupo Volkswagen lideraba un consorcio de 62 de empresas para levantar la mayor fábrica de baterías de Europa en Sagunto (Valencia), valorada en 3.000 millones de euros. Un proyecto ilusionante para empresas, políticos locales y, principalmente, el Gobierno. En octubre, a pocos días de cerrarse los plazos administrativos, Seat mostró su descontento con el Gobierno. Los 167 millones de euros que ponía encima de la mesa Industria a Volkswagen era una quinta parte de lo esperado y la retirada del fabricante alemán sobrevolaba. 

La tardanza en la adjudicación de los fondos europeos acompañaba la noticia y el riesgo de que el Grupo de Volkswagen abandonase la idea de fabricar sus coches eléctricos urbanos en España, tanto en Martorell (SEAT) como en Landaben (Volkswagen), encendía más alarmas. 

Un escenario que provocó que el propio Sánchez pidiera responsabilidades a Maroto. El asunto finalmente se recondujo pero estuvo muy cerca de encallar, lo que llevó a cesar de sus cargos a Raül Blanco el 27 de diciembre para nombrarle director general de la EOI.  

La secuencia de los ceses es la que sigue. El 14 de noviembre se hizo pública la candidatura de la ministra a la Alcaldía de Madrid. El 5 de diciembre era cesado Fernando Valdés, secretario de Estado de Turismo, por motivos personales. El 23 de diciembre trascendió que se preparaba una catarata de salidas, de entrada, las de Blanco y de otro de los pesos pesados en Industria, Galo Gutiérrez. Blanco fue sustituido el 27 de diciembre por Francisco Blanco Ángel, senador por el Principado de Asturias y que fue consejero de Empleo, Industria y Turismo del Gobierno asturiano.

Gutiérrez, por su parte, recibió el anuncio de su salida de manos de la propia ministra Maroto, aunque se mantiene en su cargo hasta que no se apruebe su relevo en el Consejo de Ministros. Una decisión donde tendrá mucho que decir Nadia Calviño. 

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