El expresidente de Caixa Catalunya Narcís Serra ha defendido este martes la gestión realizada por Adolf Todó en la entidad, así como su retribución, que estaba "en la media del sector" financiero español.
En su comparecencia en la Comisión de Investigación del Parlament sobre las posibles responsabilidades derivadas de la actuación de las entidades financieras y la posible vulneración de los derechos de los consumidores, ha afirmado que la causa de la desaparición de la caja ha sido la crisis económica e inmobiliaria.
Todó se atribuyó en la misma comisión hace una semana una responsabilidad del 5% en la crisis de CatalunyaCaixa, mientras que el 95% restante lo adujo al anterior director general Josep Maria Loza, pero preguntado por los diputados de ERC y PP sobre su porcentaje de responsabilidad, Serra ha descartado hablar de proporciones y personalizar, aunque ha opinado que él respondió a las responsabilidades que tuvo en cada momento.
"Espero que los señores Todó y Loza no se enfaden por lo que diré, pero no son tan importantes para tener tanto porcentaje de responsabilidad; la causa fue la crisis", ha aseverado quien presidió Caixa Catalunya en sus últimos años, de 2005 a 2010, hasta que se fusionó con Caixa Tarragona y Manresa.
Serra ha reconocido que buscó a un nuevo director general ajeno a la entidad para tomar un nuevo rumbo después de que Caixa Catalunya creciese en volumen de crédito por encima de la media del sector, y por tanto en riesgo, con mucha vinculación al sector inmobiliario, pero cuando todavía no se vislumbraba la crisis inmobiliaria.
"Cuando hablé con Todó sabía que le proponía una tarea muy difícil y él me hizo una demanda, tener un salario en la media del sector, porque era la tercera caja de España; el problema es que la media del sector eran 800.000 euros", ha argumentado.
Ha reconocido que estas retribuciones en el sector financiero español "no estaban proporcionadas al país, a las necesidades de la economía y a lo que venía en el futuro", pero era lo que había.
Asimismo, ha recordado que Todó entró cuando Caixa Catalunya ganaba más de 500 millones de euros anuales --2007 fue su año récord de beneficios con 593 millones--, y su retribución se pactó escalonada para que llegase a la media del sector entre 2008 y 2010.
Sobre la indemnización que recibió Loza, de unos 10 millones de euros, al dejar la dirección general a principios de 2008, ha explicado: "Me pareció excesiva e hice todo lo posible por reducirla y la reduje bastante".