Economía

La banca destruye 58.000 empleos desde el inicio de la crisis y las plantillas retroceden a niveles de hace 40 años

Las antiguas cajas son las que han efectuado el mayor ajuste desde el inicio de la crisis, en 2008. Ese año, cuando se alcanzó el pico de contratación, las plantillas de las cajas estaban formadas por 134.786 trabajadores. A cierre de 2013, los trabajadores en banca son 212.998 personas, poco más que en 1975.

  • Manifestación de trabajadores de Caja Badajoz, ahora integrada en Ibercaja.

La desaparición de las cajas de ahorros, por unas fusiones mal planteadas que sólo incrementaron sus problemas, la crisis económica y las obligaciones de reducción de capacidad impuestas por Bruselas a cambio del rescate financiero han contribuido a la mayor destrucción de empleo en la historia de la banca. Bancos, cajas y cooperativas de crédito suman un total de 212.998 trabajadores a cierre de 2013, según datos recopilados por Comfia CCOO, lo que supone un retroceso de 40 años en el nivel de empleo del sector financiero. No en vano, las entidades financieras contabilizaban 207.687 trabajadores en 1975.

Estas cifras suponen la salida de 58.000 trabajadores desde el punto álgido en 2008. Entonces, las plantillas de bancos, cajas y cooperativas estaban compuestas por 270.855 empleados con un importante sobredimensionamiento en las antiguas cajas. Hace seis años, el antiguo sector del ahorro alcanzó su máximo histórico, con 134.786 empleados. La burbuja en su red de sucursales creció al calor del 'boom' del ladrillo, desde finales de los noventa. En cada nueva promoción, la caja de turno que financiaba la obra instalaba una oficina. Así, las cajas incrementaron sus plantillas en 35.000 empleos durante ocho años (período 2000-2008), el mismo volumen que en los 18 años anteriores (1982-2000). En muchos casos, estas oficinas en expansión han sido clausuradas en los últimos años lo que ha provocado la enorme caída de empleo en las antiguas cajas.

Desde el inicio de la crisis, las cajas han destruido 47.099 empleos. La caída no ha concluido aún puesto que aún falta por 'colocar' Catalunya Caixa y lo que queda de su red de fuerta de Catalunya, cuyo futuro no es nada halagüeño. De hecho, el FROB cerrará todas las sucursales de la zona de expansión si no encuentra comprador en las próximas semanas.
En los bancos, el impacto de la reestructuración ha sido bastante menor. La reducción apenas ha superado los 9.000 empleos ya que la gran banca había efectuado su gran purga durante la época de los grandes fusiones en las décadas de los ochenta y noventa. La variación en la curva de las plantillas de las cooperativas de crédito ha sido mínimo, pese a la avalancha de integraciones: de 20.940 trabajadores en 2008 a los 18.610 a cierre de 2013.

Las cifras oficiales del Banco de España solo se remontan a comienzos de los años ochenta, cuando la plantilla del sector alcanzaba las 252.351 personas. Sin embargo, con las bases de datos de Comisiones Obreras, el retroceso lleva hasta los años anteriores a la llegada de la democracia. Todo eso es lo que se ha llevado la burbuja inmobiliaria y la deficiente resolución de la crisis.
En 2011 es cuando más recortes sufrió el sector financiero español. Sólo en este año se cerraron más de 3.000 oficinas y hubo 15.433 despidos tras culminar en este ejercicio la primera oleada de fusiones que había comenzado en 2009. 2012 también fue especialmente complicado para el sector, aunque el ajuste fue menor (11.664 empleos menos y 1.961 oficinas clausuradas), vivió la intervención de Bankia y, finalmente, el rescate europeo. A cambio del crédito de 41.300 millones que Bruselas inyectó en el sistema financiero español, el MOU (Memorandum of Understanding) establecía una serie de condiciones, entre ellas, un mayor ajuste del sector.

Concretamente, el sector financiero español, rescato por Europa el año pasado, ha perdido 44.205 puestos de trabajo y el número de oficinas se ha reducido en 8.300 desde finales de 2008 al cierre de 2012, según los datos que manejan los sindicatos. En términos absolutos, el sector español lidera el ajuste en Europa, un resultado que no sorprende pues, según los expertos, se trataba del más sobredimensionado con una red comercial que superaba las 46.000 oficinas al inicio de la crisis.

Sin embargo, en términos relativos España pierde el liderazgo, según la estadística del Banco Central Europeo, a cierre de 2012. En este caso, se aprecia que Irlanda (país también rescatado por los problemas de su banca) ha realizado un esfuerzo mayor que España a la hora de reducir su sector financiero. Concretamente, la plantilla de la banca irlandesa ha caído en estos años un 21,5% frente a la bajada del 15,3% registrada en el sector español.

Los dos mayores riesgos de este gran recorte son la falta de competencia y que provoque la exclusión social. En este sentido, Comfia-CCOO estima que el nivel de empleo en el sector financiero es el mínimo necesario para cumplir con su función social. "Lo podemos confirmar porque las prolongaciones de jornada se están generalizando en casi todas las empresas del sector, aumentando la presión sobre las plantillas y creando situaciones de tensión, que afectan al normal desarrollo de la actividad, además de a la salud de los propios trabajadores", aseguran desde el sindicato.

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