La economía de la Unión Europea se encuentra en una situación muy delicada. Los rescates de Grecia, Portugal e Irlanda son las señales más evidentes de que algo no funciona en la Eurozona. Ahora, la situación se agrava después de que España descubra un agujero cada vez más grande en su sistema bancario, la crisis de deuda amenaza la financiación de varios países de la moneda única y todo el mundo está pendiente del resultado de las próximas elecciones en Grecia, que podrían cambiar el escenario europeo.
Periodistas y analistas de todo el mundo han lanzado sus pronósticos sobre cómo puede evolucionar la situación de la UE. Las tres opciones más repetidas por los medios de comunicación tras el rescate de España son tres: la creación de eurobonos, la constitución de una unión bancaria y la salida de Grecia del euro. Al final se ha confirmado que, por el momento, España acude al rescate.
El rescate de España
Esta semana hemos sabido que Alemania ha presionado al gobierno español para que acuda al fondo de rescate, cosa que éste, sin embargo, ha rechazado tajantemente. "Son demasiado orgullosos", declaraba una fuente del ejecutivo de Merkel a la agencia Reuters. Sin embargo, este sábado el Gobierno anunció la decisión de acudir a los fondos comunitarios para sanear a la banca, aunque rechazando en todo momento el término "rescate".
Un rescate directo, como en Grecia o Portugal, es inviable, dado el tamaño de la economía española, la cuarta de la UE tras Alemania, Francia e Italia. "No hay dinero suficiente", explica Juan Fernando Robles, director del Instituto Superior de Técnicas y Prácticas Bancarias y profesor del área de finanzas de la Universidad a Distancia de Madrid. Robles calcula que, en caso de que se diera este escenario, España necesitaría "400.000 o 500.000 millones de euros en dos años", una cantidad inasumible por el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
"Por eso se busca esa vía intermedia" que supone la inyección de dinero directamente al Fondo de Rescate Ordinario Bancario (FROB). El problema es que los tratados de la Unión Europea sólo contemplan "la ayuda a través de los Estados". Alemania ya reveló a Reuters que están revisando los tratados para encontrar la mejor manera de adaptarse únicamente al rescate del sector bancario. "No es un rescate de la economía española", matiza el experto, sino de un sector concreto, la banca, que podría poner en peligro la estabilidad de la moneda única, como ya advirtió la revista alemana Der Spiegel.
Sin embargo, advierte Robles, "es una intervención" y, de una u otra manera, "supone el sometimiento del país que recibe la ayuda", que a cambio tendrá que imponer ciertas condiciones políticas y económicas dictadas desde Europa. "En vez de venir 'hombres de negro' van a venir gris marengo", propone como símil el experto en finanzas.
Naciones Unidas también ve a España, junto con Italia, como un "peligro", para la Eurozona. Los dos países son demasiado grandes para caer, en cuyo caso arrastrarían al resto de la UE. En el caso de España, la ONU está preocupada por la posibilidad de caer en un círculo vicioso de "austeridad y recesión" que encarecería los costes de financiación del país, elevando los intereses de la deuda soberana. "Una situación de estas características traería renovadas especulaciones sobre una ruptura de la zona euro, nuevas perturbaciones en los merados financieros y desencadenaría una pronunciada recaída de la actividad económica mundial", explica el informe 'Situación y perspectivas de la economía mundial en 2012', publicado esta semana por la organización.
En palabras de Robles, "España no puede caer porque sus títulos de deuda están repartidos por muchas entidades" de distintos países que caerían como fichas de dominó. El resultado sería similar al caso de las hipotecas subprime en Estados Unidos hace unos años, que llevó al colapso del sistema. Por otra parte, estas entidades no compran más deuda española porque prefieren amortizar la que ya han adquirido.
Emisión de deuda conjunta a través de los eurobonos
Otra de las opciones que se han puesto sobre la mesa es la emisión de eurobonos, es decir, de deuda conjunta de todos los países de la zona euro. La canciller alemana, Angela Merkel ya ha mostrado su rechazo a esta opción, al menos por el momento, y ha dicho que sólo la aceptaría cuando la situación en Europa se relaje y no haya tanta diferencia entre los distintos Estados. Este instrumento favorece a los países con dificultades de financiación y perjudica a los que se financian a un interés más bajo, como es el caso de Alemania, que ha estado colocando deuda a corto plazo gratis o incluso a un interés negativo.
Para la aprobación de los eurobonos se necesita la unanimidad de todos los países que participarían en su emisión. Por el momento, esta opción queda descartada, ya que "Alemania sólo estaría dispuesta a crear bonos conjuntos para proyectos de inversión concretos", recuerda Robles. El problema es que esto "limita mucho la capacidad emisora del instrumento" y, por tanto, la financiación de esos proyectos.
Complementar la unión monetaria con una unión bancaria
Otra propuesta es la creación de un organismo comunitario con competencia para supervisar la banca de toda la Eurozona, que actualmente recae sobre cada país. El objetivo es "protegerse de los riesgos sistémicos de la banca de algunos países, como España, Portugal, Grecia o Francia", explica Robles.
Lo lógico sería haber creado este organismo al mismo tiempo que la moneda única. Sin embargo, "el tema de una unión financiera va muy por detrás de la unión monetaria" y "se ha tardado muchísimo tiempo en tener una armonización para algunas cosas". La creación de una unión bancaria no se ha planteado hasta ahora, cuando "todo el sistema se ha puesto en tela de juicio y sí se ve la necesidad de un organismo regulador".
El Banco Central Europeo "como prestamista, no puede examinar la solvencia de los bancos europeos" y la Autoridad Bancaria Europea (conocida por EBA, sus siglas en inglés) no tiene competencias suficientes para llevar a cabo esta labor de vigilancia. Otra de las tareas de este futuro organismo, explica Robles, sería la creación de un fondo de rescate para entidades con dificultades, precisamente el tipo de rescate que se plantea para España.
¿Puede Grecia abandonar el euro?
Ante la imposibilidad de formar gobierno, Grecia acude de nuevo a las urnas este domingo. Algunos candidatos plantean en su programa una hipotética salida del euro. Si bien se trata de "un escenario que está ahí", Robles insiste en que no es un escenario deseable. Si Grecia abandonara el euro provocaría daños tanto a su propia economía como a la credibilidad de la moneda única. Esta situación "puede perjudicar aún más el poco flujo financiero que hay hacia Europa de otros países".
Europa y, más recientemente, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, han advertido de los peligros que tiene salir del euro. Grecia aprovecha "ese terror a este escenario para obtener ventajas pero a la larga lo van a pagar", alerta Robles. Por el momento Grecia sigue jugando esta carta pero "esta forma de actuar está menguando su credibilidad como país".
Los sacrificios "serán mayores, si eligen salir de la zona euro", advertía este viernes el presidente estadounidense a los griegos, ya que corresponde al país la decisión de abandonar la divisa o permanecer en ella. En caso de abandono, Grecia tendría problemas para obtener divisas, no podría comprar en el exterior y el nivel de vida descendería aún más, entre otras consecuencias.
Grecia no puede renunciar al euro porque no puede renunciar a la liquidez que viene del exterior. "Han vivido una ficción, como en España", explica Robles, "y, cuando las cosas se clarifican te das cuenta de que cuando deja de venir dinero de fuera estás hecho polvo".
Por el momento ya se ha cumplido uno de estos cuatro posibles escenarios, el "rescate" indirecto de España a través de la inyección de dinero en el sector bancario. Los tres supuestos restantes, aunque posibles en mayor o menor medida, parecen aún lejanos.