Ni el consumo de los hogares ni la inversión empresarial. El 60% del crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) acumulado en los últimos cinco años ha venido dado por el gasto público. Éste explica 3,4 de los 5,7 puntos que ha crecido el PIB respecto al último trimestre de 2019. Sobre este asunto han alertado tanto Funcas como BBVA Research.
El consumo público engloba todo el gasto de las administraciones en servicios sanitarios, educativos, de protección social o de administración general. También gastos en producción de estadísticas oficiales, o en servicios de protección civil, seguridad y defensa. No incluye la inversión pública ni el gasto en pensiones, prestaciones por desempleo e intereses.
Es -y previsiblemente seguirá siendo al final de la legislatura- el componente del PIB que más ha avanzado respecto al nivel que tenía antes de la pandemia. Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico de BBVA Research, destaca que el sector público ha aumentado su tamaño en unos 4 puntos sobre el PIB respecto a 2019 mientras la renta per cápita sólo supera en 8 décimas su nivel prepandemia.
Funcas, que actualizó sus perspectivas este lunes, también elevó la previsión de crecimiento del consumo público este año en 2,1 puntos, hasta el 3,8%. Aumentará por encima del PIB (3%). Son cifras similares a las que maneja BBVA Research, que lo sitúa en el 3,9%, y muy superiores a las que incluye el Gobierno en su plan estructural enviado a Bruselas (1,8%).
Raymond Torres, director de Coyuntura y Economía Internacional, explicó que esta subida resulta de incorporar las entregas a cuenta a las administraciones territoriales, particularmente a las CCAA, que tienen un retraso de dos años. También por las modificaciones de crédito presupuestario realizadas fundamentalmente en el primer semestre.
El Ejecutivo y los servicios de estudios contemplan que el crecimiento del consumo público continúe a futuro, impulsando el avance de la economía española por encima de la eurozona. El año que viene Funcas y el Gobierno estiman que crecerá entre un 1,5% y un 1,6%, mientras que BBVA Research apunta hacia el 2,7%, de nuevo por encima del aumento del PIB.
Exportaciones, consumo privado e inversión
Junto al consumo público, las exportaciones netas han sido el principal motor del crecimiento económico del país respecto a los niveles previos a la pandemia, con una contribución del 20% (1,2 puntos de los 5,7 que ha crecido el PIB). Siguen impulsando el PIB junto al gasto público, con un crecimiento este año también previsiblemente superior al 3%.
Los economistas ven difícil sostener el crecimiento económico en los niveles actuales. El gasto público se topará el año próximo con las reglas fiscales y la obligación de reducir el déficit y la deuda. También se teme que las exportaciones aflojen al tocar techo el sector turístico, aunque las de servicios no turísticos sigan empujando el PIB.
Los dos componentes del PIB que más preocupan por su evolución pasada y futura son el consumo de los hogares y la inversión empresarial. El primero ha contribuido en ocho décimas al crecimiento acumulado de la economía española, explicando un 13% de todo el aumento del PIB. La inversión peor aún: sólo supone un 7% de todo el crecimiento del PIB, aportando apenas 4 décimas.
Lo que evidencian los datos es que los hogares están dedicando una parte importante de su renta al ahorro en vez de al consumo, mientras que las empresas han tendido a desendeudarse en un contexto de subida de tipos de interés. En los próximos años, las decisiones de estos agentes económicos serán determinantes.
Con los datos que se manejan, será este año cuando la inversión recuperará los niveles previos a la pandemia. Sigue sorprendiendo esta debilidad cuando la Unión Europea ha 'regado' a países como España con miles de millones de euros de los famosos fondos europeos Next Generation. Su impacto real en la economía está aún por concretar.