La posibilidad de que el Gobierno cumpla con su eterna promesa de derogar la reforma laboral de Mariano Rajoy de 2012 o, al menos, de acabar con los aspectos más lesivos de la misma, es la primera preocupación de los empresarios españoles.
Un 71% de ellos reconoce que su primera inquietud es que se produzcan cambios regulatorios, y una reforma (o contrarreforma) laboral es la modificación normativa más importante que puede producirse en el terreno de juego de cualquier compañía.
Así se desprende del VIII Barómetro de la Empresa Familiar, elaborado por la consultora internacional KPMG, y en el que por primera vez esta cuestión es la primera preocupación de los directivos en España.
El descenso de la rentabilidad de su negocio y la incertidumbre política ocupan la segunda y tercera posición (elegidos por el 68% y el 63% de los encuestados, respectivamente), seguidos de un potencial aumento de impuestos.
"Solo hay un cambio reseñable respecto al año pasado: los cambios regulatorios no estaban entre las principales preocupaciones y sí la guerra por el talento y la contratación de profesionales cualificados", explica la compañía en el informe.
Más cautos por la desaceleración
KPMG reconoce que el enfriamiento de la economía española se ha dejado notar en algunos indicadores al negocio de las compañías, lo que "ha mermado algo su optimismo", pero aún así dos tercios de las empresas se declaran positivas respecto a la evolución de su actividad (frente al 80% que se mostraron positivas el año anterior).
Su cautela "parece venir alentada por la desaceleración económica global, que ya se ha dejado sentir tanto en algunos indicadores macroeconómicos de España como en la evolución de las magnitudes de negocio de las empresas familiares", apuntan.
De cara a los próximos años, un 78% de las compañías considera que lo más importante es ser más innovador, factor al que dan más relevancia, seguido de formar a sus empleados (elegido por el 70%), diversificar sus productos (58%) o entrar en nuevos mercados (51%).
Sus inversiones de destinarán sobre todo a su propio negocio (26%), innovar y financiar nuevas tecnologías (25%) y a recursos humanos (20%).
