Bajo la presión de las cinco grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, E.ON y HC), el Gobierno socialista ideó un mecanismo para que las compañías pudieran sacar de sus balances la carga del déficit de tarifa -el desajuste se produce porque los ingresos del recibo de la luz son insuficientes para hacer frente a los costes-, que cada año crecía hasta acumular cantidades desorbitadas (acumula 24.000 millones). Pero devolver esta deuda a las eléctricas está generando unos costes superiores a los 500 millones de euros al año y que irán a parar al recibo de la luz, según explican a Vozpópuli fuentes financieras.
Desde hace años, las eléctricas se han visto obligadas a cargar en sus balances estos desajustes. Al principio, no había problemas: las cantidades eran pequeñas y el regulador energético, la CNE, era el encargado de cobrar esta deuda a través de subastas en el mercado. Pero con la crisis económica, estas subastas han ido quedando desiertas, por lo que el Gobierno socialista puso en marcha un mecanismo que permitía a las compañías recuperar esta deuda de una forma segura: colocándolo desde enero de 2011 en el mercado de deuda en forma de bonos con aval del Estado a un tipo de interés.
El problema es que con la crisis económica, las diferentes operaciones se han saldado con tipos de interés muy elevados y muy costosos. Desde enero de 2011, el Gobierno, a través del llamado Fondo de Amortización de la Deuda Eléctrica, ha colocado 13.110 millones de euros en 22 operaciones entre inversores cualificados, a un 5,4% de interés de media. Estas operaciones generan un coste de al menos 520 millones de euros anuales y que irán a parar directamente al recibo de la luz.
Lo peor es que esta cifra podría ir en aumento. Primero, porque estos costes podrían acabar refinancianciándose cada año (para evitar subidas fuertes del recibo de la luz) y porque el Fade tiene que colocar aún otros 6.000 millones para saldar la deuda con las eléctrica. Esta cantidad podría cerrarse en cuestión de dos meses, según fuentes del sector, con el fin de que este asunto esté prácticamente cerrado para cuando el Gobierno del PP anuncie la reforma energética que está diseñando (ayer se dio el primer paso del proceso, dado que la CNE aprobó el informe no vinculante sobre cómo resolver el déficit de tarifa).
En los dos meses de 2012, por ejemplo, el Fade ha colocado 3.200 millones en 11 operaciones con tipos de interés que han oscilado entre el 4,80% hasta el 6,5%, el tipo de interés máximo hasta ahora colocado, dependiendo de las condiciones del mercado (la última fue el 29 de febrero: 844 millones de euros en bonos al 4,87% de interés). En el mes de enero hubo dos operaciones, cuyos tipo de interés fueron 4,8% (una operación de 212 millones) y 5% (235 millones). Las otras 11 colocaciones restantes, con un volumen de 10.000 millones, se repartieron a lo largo de 2011, cuyo tipo de interés fluctuó entre el 4,48% y el 5,9%.