Los principales accionistas de ACS están demostrando que sus amenazas de salir de la compañía por la gestión de su presidente, Florentino Pérez, no son ningún farol sino una realidad constatable. Uno de los últimos movimientos ha sido protagonizado por los financieros Alberto Alcocer y Alberto Cortina, que han reducido su participación en ACS durante los últimos meses hasta poco más del 7%, tras la colocación en el mercado de casi un 2% del capital. La operación les habría reportado unos ingresos aproximados de 90 millones de euros.
Los Albertos, históricos compañeros de viaje de Pérez, llegaron a contar con una participación en el grupo superior al 14%, por encima incluso de la del propio presidente de ACS. Sin embargo, en apenas dos años su peso en el capital del gigante de la construcción y los servicios se ha quedado en la mitad, entre ejecuciones de acreedores y ventas voluntarias.
De acuerdo con los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la participación de Corporación Financiera Alcor, instrumental de los Albertos, en ACS se sitúa levemente por encima del 9%. Sin embargo, al cierre del pasado ejercicio, esta cifra apenas llegaba al 7,5%, de acuerdo con las cifras del informe de gobierno corporativo de ACS.
Fuentes del mercado señalaron que en lo que va de 2014, Alcocer y Cortina han seguido vendiendo títulos de la compañía y que su participación apenas supera ya el 7%. Estos movimientos no han sido comunicados al organismo supervisor de los mercados, toda vez que no suponen el paso de los umbrales reglamentados a tal efecto (los múltiplos de cinco y el 3% como límite mínimo).
Una tensa relación
La relación entre los Albertos y Florentino Pérez no atraviesan por su mejor momento, sobre todo desde mediados de 2012, cuando el presidente de ACS comunicó que, como consecuencia de las pérdidas en que incurrió el grupo por la venta de acciones de Iberdrola, se suspendía el tradicional dividendo a cuenta, con el que Alcocer y Cortina atendían el servicio de la deuda de sus sociedades patrimoniales.
Precisamente, esta circunstancia hizo que algunos de sus acreedores, sobre todo las cajas de ahorros nacionalizadas, ejecutaran parte de las prendas que garantizaban los créditos de los Albertos, consistentes en acciones de ACS. Además, los financieros también vendieron títulos por su cuenta para hacer frente a otras obligaciones.
Tras estos movimientos, la participación de los Albertos en ACS se quedó en el 9% que indican los registros oficiales. El movimiento vendedor ha seguido ya que Alcocer y Cortina han querido aprovechar la notable recuperación de la compañía en Bolsa, muy castigada durante aquel 2012 por el agujero generado por la salida de Iberdrola y por los sucesivos procesos de refinanciación de deuda que tuvo que afrontar.
Un avance del 140% desde mínimos
Así, las acciones de ACS subieron algo más de un 31% en 2013, aunque si se toma como referencia los mínimos de la compañía a mediados de 2012, la revalorización supera el 140%. En lo que va de año, los títulos del grupo se apuntan un 14% frente a la escalada del 4% que registra el Ibex-35.
En los últimos meses, Florentino Pérez ha visto como otros accionistas de referencia de la compañía, como Corporación Financiera Alba, la sociedad de cartera de Banca March, también se ha desprendido de acciones de ACS, al tiempo que otros, como el grupo turístico Iberostar, manifestaban su intención de salir del capital.
Recientemente fue el fondo estadounidense Southeastern, que lleva varios años con una participación relevante en ACS, el que redujo su peso en la compañía. Ante tal tesitura, Pérez llevó a cabo un road-show internacional en busca de potenciales nuevos socios, aunque sin resultados relevantes.
Como señaló Vozpópuli, el anuncio que realizó Pérez sobre su próximo relevo en la compañía fue un guiño a sus socios para tratar de evitar que prosiguieran con su salida del capital. Pero, eso sí, no está probado el éxito de la medida. Especialmente porque Marcelino Fernández Verdes, el ejecutivo designado como sucesor de Pérez, no está en estos momentos en disposición de acceder al cargo por sus obligaciones en Hochtief y Leighton, filiales internacionales de ACS.