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Argelia intenta calmar al sector energético español por su posible minoría en Medgaz

El Gobierno argelino asegura que la venta por parte de Cepsa del 42% del gasoducto que une España con Argelia, país del que procede más de la mitad del gas que llega a nuestro territorio, no cambiará el escenario de cooperación entre los Estados, entre las reticencias del sector energético español.

  • Taous Feroukhi, embajadora de Argelia en España

El futuro cambio en la estructura accionarial del gasoducto Medgaz, que permite la llegada a España de gas procedente de Argelia, mantiene en vilo al sector energético, que ve cómo su representación en un activo de indudable importancia estratégica puede pasar a ser notablemente minoritaria tras la futura salida de Cepsa. El Gobierno argelino lanza mensajes de tranquilidad que, por el momento, no parecen calar.

En este sentido, el Ejecutivo del país magrebí sostiene que el proceso de venta de la participación que Cepsa posee en Medgaz, que asciende al 42%, cuenta con su supervisión. “La salida de Cepsa se está llevando a cabo a través de todo tipo de consultas”, apuntó este lunes Taous Feroukhi, embajadora de Argelia en España.

Durante su participación en un desayuno informativo organizado por Executive Forum, la diplomática recalcó que “la operación tiene que beneficiar a todas las partes” y destacó que los acuerdos en materia de energía son a largo plazo, “no algo que se pueda cambiar tan fácilmente”.

Palabras que no terminan de convencer a un sector que observa con inquietud un posible escenario en el que la participación de las empresas españolas en Medgaz quede reducida al 15% que en la actualidad posee Gas Natural Fenosa, frente al 57% que suma en la actualidad con Cepsa. El 43% restante está en manos de Sonatrach, controlada en su totalidad por el Estado argelino.

A la espera del Gobierno

En su intervención, Feroukhi aseguró que las conversaciones que están llevando a cabo las empresas en torno a la posible venta del paquete de Cepsa está siempre presente la necesidad de que la cooperación energética entre España y Argelia se mantenga como hasta ahora. Una cooperación que data del año 1972, cuando se llevó a cabo el primer suministro desde el país magrebí.

La operación también se ve condicionada por la peculiar situación política que vive España desde el pasado mes de diciembre, con un Gobierno en funciones y, por lo tanto, lastrado para la toma de grandes decisiones. Sin embargo, ha llamado la atención entre el sector la actitud del Ejecutivo con este caso, dada la importancia estratégica del Medgaz y de las relaciones bilaterales con Argelia.

En este caso, Gas Natural Fenosa cuenta con un derecho de tanteo preferente como accionista del gasoducto, aunque resulta harto improbable que decida dar un paso adelante e incrementar su participación. De este modo, para asegurar una posición mayoritaria o, al menos, no tan minoritaria como sería en el caso de que la participación de Cepsa fuera a parar a un accionista extranjero, al Gobierno sólo le restaría promover la intervención en el proceso de una empresa española. O bien, convencer a Cepsa de revocar su decisión de abandonar el capital de Medgaz.

El mensaje desde Argelia está claro: nada tiene por qué cambiar con una modificación de la estructura accionarial del gasoducto. Sin embargo, el sector energético español no lo tiene tan claro y espera algún otro tipo de señal o de movimiento, especialmente por parte del Gobierno de la nación. Eso sí, para ello será necesario que se forme un Ejecutivo en firme y la amenaza de unas terceras elecciones aún no termina de disiparse.

 

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