La banca tradicional cuenta desde hoy con un nuevo competidor. Tras varios meses de deliberaciones, el Banco de España ha dado luz verde a un servicio en España que elimina las trabas para colocar depósitos en países extranjeros del área europea. Este jueves, la compañía 'fintech' Raisin, de origen alemán y financiada por un fondo californiano y por el millonario ruso Yuri Milner -conocido por su apuesta por los viajes interestelares- anuncia su lanzamiento en España con un modelo disruptivo que deberá ganarse el favor de los clientes.
Los ahorradores españoles siempre han podido optar por poner dinero en cuentas europeas (hablando de un usuario medio, no de grandes fortunas que usan otros vehículos). Cuando arreció la crisis del euro en 2011 y 12, muchos abrieron cuentas bancarias en Alemania ante la mayor estabilidad y seguridad de su sistema financiero. Sin embargo, el proceso tenía cierta complejidad. Este nuevo sistema, que abre una vía nueva y que ya ha visto como le nace la competencia en su país de origen, agiliza todo gracias a la tecnología. Así lo cuenta David Jiménez Maireles, el country manager para España de esta multinacional.
"El Banco de España necesitaba saber más sobre nuestro modelo de negocio, aunque es sencillo. Nosotros unimos necesidades: las de bancos pequeños que están creciendo y necesitan depósitos y las de ahorradores que quieren que se les pague más por ellos. Ofrecemos una plataforma pero no tocamos el dinero. El dinero va desde la cuenta de cualquier banco español a una cuenta de Raisin en el banco belga Keytrade Bank y a través de ese banco se realiza el pago del depósito en Austria o en la República Checa, donde están radicados los dos bancos con los que por el momento vamos a trabajar. Estos están ofreciendo ahora un 1,05% TAE". En España se está dando una media de 0,1% TAE.
Estos bancos son J&T Bank (Chequia) y Eurem Bank (Austria). Entidades principalmente digitales que necesitan captar pasivo. En cuanto al banco belga, según Meireles aporta la licencia bancaria que Raisin no tiene y es el que realiza las transferencias. Pertenece al grupo Crédit Mutuel a través de Arkéa Direct y desde 2002 tiene licencia para operar en Bélgica.
"Nosotros necesitamos identificar a los clientes y solo los bancos tienen la posibilidad de solicitar documentación a los clientes, preguntar en qué trabajan, obtener una copia de su documento de identidad... son una serie de controles internos de la banca. Esto nos interesa para mover el dinero del cliente, identificarlo y como salvaguarda. Si los clientes tienen algún problema, se trata de un dinero regulado por el Banco de Bélgica y sujeto al Fondo de Garantía de Depósitos europeo, que llega hasta los 100.000 euros", confirma el directivo madrileño afincado en Berlín.
Se acabaron los 'superdepósitos'
La llegada de plataformas como Raisin suponen aire fresco para los inversores españoles más conservadores. Desde que el Banco de España puso freno a los superdepósitos al 4%, la rentabilidad de estos productos no ha parado de caer. Hasta el punto de que las nuevas imposiciones que están contratando los clientes se aproximan ya al 0%. Las entidades están apretando al máximo en esta tendencia para intentar sostener sus ingresos. España es el país donde menos se remunera en estos momentos:
Buen reflejo de ello ha sido que una de las últimas entidades que sorteaba el freno del Banco de España, ING, ha anunciado recientemente a sus clientes que ya no seguirá ofreciendo un interés extra.
En este gráfico podemos ver la fuerte caída de la remuneración de depósitos en los últimos meses:
La opción de invertir en depósitos extranjeros ha estado siempre sobre la mesa, en especial durante los peores momentos de la crisis. Cuando entidades alemanas, suizas y británicas aprovecharon para captar dinero español cuando se temía por una posible ruptura del euro con la salida de países del sur de Europa.