La cadena de moda Blanco, propiedad del grupo saudí Alhokair, ha anunciado el inicio de un proceso de regulación de empleo ante la situación actual de "inviabilidad" de la compañía, que cuenta con un total de 1.250 trabajadores y de 121 tiendas en España. Tras analizar este escenario, la compañía ha decidido iniciar conversaciones con los representantes de los trabajadores el próximo 23 de marzo para la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), según ha anunciado este miércoles la firma.
"Blanco lleva tiempo analizando y tratando de buscar una solución a su situación actual de inviabilidad. Las exigencias del mercado le han llevado a estudiar todas las medidas a su alcance para lograr revertir esta circunstancia, que no es buena ni para la empresa ni para sus trabajadores", ha subrayado la compañía textil.
La firma subraya que afronta este proyecto desde el "máximo respeto" a los trabajadores y con la voluntad firme de negociar
Con el fin de iniciar las conversaciones con los trabajadores, la compañía ha enviado este miércoles una comunicación formal a todos los centros de trabajo que no cuentan con representación sindical en este momento para que la designen. "Este proceso se enmarca dentro de un proceso de transformación global de la compañía, orientado a mejorar su competitividad, eficacia y rentabilidad para, así, garantizar su futuro a largo plazo", ha subrayado la compañía, cuyo objetivo es encontrar las "mejores medidas" con el mayor consenso posible. Este proceso podría incluir el posible traslado de sus operaciones a Dubái, según informa Modaes.
Asimismo, la firma ha subrayado que la dirección afronta este proyecto desde el "máximo respeto" a los trabajadores con una actitud abierta y con la voluntad firme de negociar. A principios del año pasado, el grupo saudí Alhokair adquirió por más de 40 millones de euros la mayor parte de los activos de la cadena textil española Blanco y se comprometió a mantener y asumir los 1.200 puestos de trabajo.
En el auto, al que ha tuvo acceso Europa Press, se destacaba la importancia de la conservación de los empleos, ya que esos despidos generarían un importante volumen de créditos contra la masa derivados de las indemnizaciones laborales de dichos despidos.