Las 15 empresas españolas que formaron parte del cártel que alteró el resultado de varias decenas de licitaciones de infraestructura ferroviaria, durante más de una década, establecieron códigos internos para presentarse a los concursos públicos, coordinar las ofertas y subcontratar entre ellas diferentes servicios de mantenimiento y de obra. Este tipo de maniobras ocasionaron importantes sobrecostes para la Administración -según la CNMC, de alrededor del 20%- y condicionaron la competencia de este mercado durante los años en los que se desplegaron varias líneas de AVE.
El expediente sancionador del regulador de la competencia incluye varias de las comunicaciones que mantuvieron los directivos de esta compañías, en las que se aprecia la metodología que seguían para repartirse los concursos públicos relacionados con la construcción, suministro, instalación y mantenimiento de sistemas de electrificación de líneas ferroviarias, tanto de tren convencional, como de alta velocidad.
Los ocho mandamientos
En una de ellas, enviada el 21 de noviembre de 2011 y la cual incluye anotaciones manuscritas de un directivo de Elecnor, se establecen ocho normas que estas empresas debían seguir a la hora de participar en los concursos públicos, para respetar los intereses de todos los miembros del cártel. Se observan en la siguiente imagen:
En otro de los documentos, que la CNMC obtuvo durante una inspección a Electrén (ACS), se explica el método que utilizaron varias de estas empresas a partir de 2002 para repartirse las licitaciones. Constaba de cuatro puntos, tal y como se detalla: "a) Para comenzar, se hará un sorteo previo; b) A continuación, cuando todas sean adjudicatarias de obra, siempre será el primero del ranking el que tenga menor volumen de obra adjudicada; c) Si una empresa se equivoca, se apuntará el doble del importe contratado; y d) Cada empresa se apunta la obra que le corresponda y no se puede declinar".
Las empresas implicadas -según el regulador- planearon estrategias para concurrir a las licitaciones y establecieron baremos para que a los concursos se presentaran una, dos, tres o más empresas, en función del importe de las obras.
Cabe recordar que en esta organización están implicadas las empresas Alstom, Cobra Instalaciones y Servicios (ACS), Control y Montajes Industriales (ACS), Electrén (ACS), Sociedad Española de Montajes Industriales SEMI (ACS), Comesel (constituida por Cobra -ACS-, SEMI y Elecnor), Comsa, Construcciones, Instalación y Tracción (Delejor13), Elecnor, EYM Instalaciones (OHL), Isolux Ingeniería (Isolux), Instalaciones Inabensa (Abengoa), Indra Sistemas, Neopul Sociedade de Estudos e Construçoes (Sacyr), Siemens y Telice (Fuenteblandor Holding).
Entre todas, han recibido multas por valor de 118 millones de euros tras probarse que durante 14 años alteraron licitaciones por valor de 837 millones de euros. Los pactos se realizaban en reuniones que, en varias ocasiones, se mantuvieron en el Hotel Meliá Castilla, de la capital madrileña, según se indica en la resolución de la CNMC.
Acción coordinada
Entre las licitaciones a las que se hacen referencia en el expediente de la CNMC, figuran las que se repartieron Cobra, Elecnor, SEMI y Electrén en 2008, para la construcción y mantenimiento de sistemas de electrificación para líneas de AVE como la que transcurre entre Madrid y Albacete; o entre Madrid y Barcelona. Uno de los documentos muestra los principales términos de este acuerdo:
En algún fragmento del expediente, se observan roces entre los componentes del cártel, como cuando un directivo de SEMI recriminó a otro de Electrén haber enviado una propuesta de 'apaño' por correo electrónico, a lo que este último respondió reconociendo su error.
En otro momento, mientras Alstom, Indra y Elecnor negociaban sobre su papel en una licitación en Noruega, un directivo de Alstom afirma que otro de Elecnor pronunció "comentarios absurdos", mientras estaba "enfadado", a la hora de iniciar las conversaciones sobre la estrategia a seguir para con este concurso.
En cualquier caso, entre los miembros del cártel predominaba el acuerdo, como se demuestra en las acciones concertadas que, según la CNMC, realizaron en varias decenas de concursos públicos.
