Íñigo de la Serna ha perdido el primer asalto de la batalla judicial que mantiene con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia para intentar ralentizar el despegue del AVE privado en España. Ahora bien, la derrota no es definitiva. El Ministerio de Fomento recurrió ante la Audiencia Nacional el informe de la CNMC que establecía las reglas del juego para las empresas que quieran transportar pasajeros por alta velocidad entre España y otros países. En paralelo, solicitó medidas cautelares para evitar que prosperaran los proyectos de los posibles interesados. Según adelantaba 'El Mundo' este lunes, el tribunal ha denegado dichas cautelares al no considerarlas necesarias. A la vista de esta decisión, Competencia prevé conceder a Air Nostrum “cuanto antes” el visto bueno para poner en marcha su ruta entre Madrid y Montpellier, con parada en Barcelona.
La idea que maneja Air Nostrum es la de poner en marcha una línea con dos frecuencias al día en la que los trenes realizarían paradas en Zaragoza, Barcelona, Perpiñán y Narbona. Cada trayecto duraría 5 horas y 57 minutos; y competiría con la que tiene Renfe entre la capital de España y la ciudad francesa.
La compañía cuenta con licencia de ADIF desde 2016 para operar en alta velocidad y ha sido la primera en presentar un proyecto de ruta de transporte internacional de viajeros. Este sector ya está liberalizado, al contrario que el transporte interior por ferrocarril, que se prevé realizar en 2020, en cumplimiento con la normativa europea. Por esta razón, nada debería impedir que iniciara las operaciones.
Metodología de la CNMC
Ante la ausencia de unas reglas del juego claras sobre las líneas ferroviarias privadas que conectaran España con otros países, la CNMC elaboró hace unos meses una metodología que determinaba que para que una ruta de alta velocidad sea considerada como transporte internacional -y no doméstico, aún no liberalizado- sus trenes deberán recorrer al menos el 20% del trayecto fuera de España y conseguir el 30% de sus ingresos y transportar al menos a 3 de cada 10 viajeros más allá de la frontera.
Con ese documento en la mano, Competencia ya estaba facultada para conceder a Air Nostrum la autorización necesaria para conectar Madrid con Montpelier. El problema es que el Gobierno manejaba unos tiempos diferentes y no estaba dispuesto a permitir que las empresas pusieran sus trenes de alta velocidad sobre las vías antes de 2020. “Una apertura apresurada repercutiría en el propio viajero, que se podría enfrentar a improvisaciones en los planteamientos de los servicios, que derivarían en servicios mal planificados e incorrectamente soportados en un sistema que no puede improvisar sus recursos”, precisaron a Vozpópuli el pasado diciembre fuentes cercanas a Fomento.
La idea que maneja Air Nostrum es la de poner en marcha una línea Madrid-Montpellier con dos frecuencias al día en la que los trenes realizarían paradas en Zaragoza, Barcelona, Perpiñán y Narbona.
Por esta razón, el departamento encabezado por Íñigo de la Serna recurrió la metodología elaborada por la CNMC y solicitó medidas cautelares para que el regulador de la competencia no pudiera dar luz verde a Air Nostrum. Básicamente, porque en el caso de que la Audiencia Nacional hubiera aceptado esta petición, la autorización a la compañía de AVE privado hubiera quedado sin efecto.
El tribunal ha rechazado las cautelares, aunque todavía no se ha pronunciado sobre el fondo del asunto. Es decir, sobre las reglas que aprobó la CNMC para este sector. En este sentido, podría matizarlas y obligar a Competencia a modificar los parámetros que considere oportuno, aunque no se espera que esa posible decisión afecte en exceso al proyecto de Air Nostrum, han manifestado fuentes del regulador.
Sea como fuere, en la CNMC han comenzado a moverse para conceder "cuanto antes" el visto bueno a la compañía valencia, que se espera que sea uno de los 'players' más activos del mercado durante los próximos años.