Cumbre por todo lo alto en el Banco de España. Los primeros espadas de las principales entidades del país tienen marcado en rojo en su agenda el próximo 27 de septiembre, cuando se reúnen con la máxima responsable de la supervisión a nivel europeo, Danièle Nouy, presidenta del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), del BCE.
Se trata de una reunión que se organiza en todas las visitas oficiales de Nouy a España. La última fue a mediados de 2016. Y desde entonces han pasado muchas cosas, como la resolución de Banco Popular, la fusión de Bankia y BMN y el incremento de la tensión en Cataluña por el referéndum.
Precisamente, la nueva visita de Nouy se produce a apenas cuatro días del 1 de octubre, en el que todavía no está claro si habrá referéndum. Aunque no está en el orden del día, fuentes consultadas por este medio esperan que Nouy y los principales banqueros españoles traten los potenciales efectos de la crisis en Cataluña, en especial para los bancos de la región, CaixaBank, Sabadell y BBVA, que compró Catalunya Banc y Unnim.
A estas reuniones, que hasta ahora siempre se han producido en el Banco de España, suelen acudir el gobernador y subgobernador, Luis María Linde y Javier Alonso, y los presidentes o consejeros delegados de las entidades supervisadas por el BCE: Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Banco Sabadell, Bankinter, Ibercaja, Unicaja, Kutxabank, Liberbank, Abanca, BMN y Cajamar.
Asuntos en la agenda
Otro de los temas que preocupa en el sector y que podría salir en la reunión del próximo miércoles es la resolución de Banco Popular. Al margen de su venta por un euro a Santander, en la banca española no se entendió que las autoridades europeas no actuasen antes ni los mensajes del Mecanismo Único de Resolución (MUR) reconociendo que Popular estaba bajo vigilancia.
También se espera que Nouy y los banqueros españoles traten la cuestión de las fusiones. Entre las entidades hay malestar por la presión que vienen ejerciendo los regulador para que haya más concentración, en especial los grupos medianos de cajas: Liberbank, Unicaja, Ibercaja y Abanca. Precisamente, la entidad asturiana tiene en marcha una ampliación de capital de 500 millones con la que evitar operaciones corporativas.
Junto a este asunto, se abordarán las grandes preocupaciones del BCE: la baja rentabilidad de los bancos, la llegada de las nuevas provisiones IFRS 9 y la adaptación del sector al nuevo requisito del colchón anticrisis.
Por su parte, los banqueros españoles expresarán sus grandes reivindicaciones: que se frenen los nuevos requerimientos regulatorios, que están estrangulando la rentabilidad, y que se inicien cuanto antes las esperadas subidas de tipos de interés.