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Habla el socio español de Trump: "En 2008 negociamos por una torre Trump en Madrid"

Ferrán Fontal trabajó en los mayores proyectos inmobiliarios en el mundo de la familia Trump entre los años 2006 y 2010. "Trump morirá matando", dice sobre el candidato republicano a las elecciones estadounidenses.

  • Ferrán Fontal, a la izquierda de la imagen. A la derecha, Donald Trump en un mítin.

Si no hubiera caído Lehman Brothers, es posible que ahora en Madrid en lugar de la Torre PwC, (uno de los cuatro rascacielos levantados en la capital, antes Torre Sacyr), existiera la Torre Trump. Poco antes de que estallara la crisis financiera mundial, los Trump se plantearon hacer negocio en España. Corría el mes de abril de 2008, y aunque el sector inmobiliario español daba ya señales de que aquello iba a explotar, el Salón Inmobiliario de Madrid (Sima) todavía reunía a cientos de expertos, de inversores, y a miles de visitantes. Donald Trump Junior, vicepresidente de Trump Organization, hijo del hoy candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, acudió al evento. "Le recogí a las siete de la mañana en el aeropuerto de Barajas, y le dejé al día siguiente a la misma hora, su madre [exmujer de Trump] se casaba en Miami esa semana y no podía quedarse más", recuerda Ferrán Fontal. "Es increíble lo que aprovechamos aquellas 24 horas; el tiempo para Donald Trump tiene mucho valor, no dedica ni un minuto a lo que no le aporte valor, y se lo ha inculcado a sus hijos", dice el que fuera durante casi una década asesor de los Trump en proyectos inmobiliarios en todo el mundo.

Ferrán Fontal (1960), licenciado en Informática, trabajó en el sector del automóvil desde mediados de los años ochenta hasta 2005. Fue director de marketing de Volvo y consejero delegado de KIA. En 2006 dio un vuelco a su carrera profesional y se especializó en el sector inmobiliario, siendo nombrado consejero de la consultora Coldwell Banker. "Trabajé como asesor financiero en grandes proyectos inmobiliarios, en Nueva York, en Panamá, en República Dominicana, en Brasil, en Dubai..., en varios proyectos de Trump", cuenta. En 2006 "los tres hijos mayores de Trump me llamaron para tener una reunión en su edificio en la Quinta Avenida de Nueva York, donde me plantearon trabajar directamente en sus proyectos, principalmente en el Trump Chicago. Y así iniciamos nuestra relación".

En un sólo día Trump vendió en República Dominicana viviendas por valor de 320 millones de dólares

Fontal creó en España BaoBab Real Estate, la empresa a través de la cual representó negocios de Trump. "Me recorrí todo el mundo en plena efervescencia financiera e inmobiliaria, era alucinante entonces como se financiaban y se levantaban grandes proyectos, los visité todos". El empresario español aprendió cómo hacía Trump los negocios inmobiliarios fuera de Estados Unidos. "En el extranjero Trump llegaba a un gran proyecto y ofrecía poner su nombre y sus contactos. Preguntaba al propietario qué plusvalía pensaban sacar, y Trump le aseguraba una plusvalía mayor", explica. "Trump no ponía nada de dinero, pero a cambio de sus gestiones y de aumentar el beneficio, él se llevaba la mitad de esa plusvalía".

Donald Trump "conseguía acelerar las ventas e incrementar los precios", afirma. "Su lema era location, location, location". Fontal recuerda con especial admiración el proyecto Cap Cana, en República Dominicana. "Parece que lo estoy viendo, fue el 17 de mayo de 2007". Cap Cana fue el mayor complejo turístico proyectado en el mundo en su momento, y Trump accedió a poner su nombre y llevar inversores. "Un día antes se montó una gran fiesta, actuó Jennifer López. Al día siguiente comenzó la venta de los lotes, eran 78, había que ingresar 100.000 dólares para hacer una reserva", apunta. "Se vendió la mayoría, en un día Trump vendió residencias por construir por valor de 320 millones de dólares, cada lote costaba entre cuatro y doce millones de dólares. Fue su segundo récord de ventas en un día, el primero lo tenía en Hawai, con ventas por 600 millones de dólares; realizó un gran trabajo".

Ese mismo año Fontal trabajó también en la venta de la Torre Trump en el Soho de Nueva York. "El 25% de los inversores de esa torre, entonces, eran españoles", declara Fontal. Por esa razón Trump tuvo especial atención en una cena homenaje que se celebró en Nueva York a Esther Koplowitz, en septiembre de 2007, en el hotel Waldorf. Trump no pudo asistir a la cena, y le representó Fontal. El empresario estadounidense patrocinó la gala. "Los hijos de Trump y las hijas de Koplowitz se conocían de haber coincidido algún verano en Miami".

Antes de la crisis Trump tenía diez proyectos en China, y no ha podido llevar a cabo ninguno

En abril de 2008 se produjo la visita de Donald Trump Junior a España. "Presentamos en el Sima cuatro proyectos de Trump, Nueva York, Chicago, Panamá, y Puerto Rico. Mi empresa era la única que representaba todos los proyectos de Trump a nivel internacional. Fue una visita muy constructiva". Fontal cuenta que tras la presentación en el Sima, él y el hijo de Trump se entrevistaron con Juan Miguel Villar Mir, hijo del fundador de OHL, Juan Miguel Villar Mir; con el consejero delegado de FCC, y con un miembro de la familia Entrecanales, de Acciona. "Nuestra intención era colocar una torre Trump en Madrid. Pensamos en la torre BBVA, en una de las torres de Colón, y en la que ahora es la Torre PwC", indica. "La idea era convertir la Torre PwC en un hotel condominio [una figura más popular en Latinoamérica y en Estados Unidos, donde los inquilinos del hotel son propietarios de las habitaciones que ocupan], Madrid podía tener la primera torre Trump de Europa".

Crisis financiera

"La caída de Lehman Brothers lo truncó todo", lamenta Fontal. "Cuando Donald Trump Junior estuvo en España me dijo que entonces tenía diez proyectos en marcha en China. Hoy ninguno se ha llevado a cabo". En España "no se retomaron las negociaciones, y las circunstancias todavía no son las adecuadas para ese tipo de proyectos".

El proyecto Cap Cana quebró. "Estaba financiado con bonos de Bear Stearns", indica Fontal. El banco de inversión estadounidense Bear Stearns fue el primero en colapsar. En marzo de 2008 JPMorgan lo adquirió por dos dólares la acción, cuando había llegado a cotizar por encima de los 133 dólares por título. La venta a derribo de Bears Sterns, que fue el quinto mayor banco de inversión de Estados Unidos, fue el preludio de la gran crisis financiera mundial que se inició ese año y cuyas consecuencias todavía se siguen sufriendo. Lehman Brothers cayó en septiembre de 2008. "Los inversores no podían pagar los activos comprometidos en Cap Cana, los propietarios del proyecto no podían pagar a los proveedores...".

Trump es una persona muy inteligente. Si gana las elecciones tendrá mano dura para solucionar conflictos.

"El impacto de la crisis fue mundial, con epicentro en Nueva York", manifiesta Fontal. "La diferencia principal con España, es que Estados Unidos se recuperó con rapidez, actuaron todos los mecanismos de limpieza y empezaron con rapidez a construir una nueva situación económica. En España, que tenía una burbuja inmobiliaria muy importante, se sumó la mala gestión política, el no reconocer el problema desde el primer día y actuar en consecuencia, por eso todavía estamos arrastrando los efectos de las malas decisiones de 2008 y 2009". En opinión de Fontal "todos los poderes actuaron mal, el político, el financiero, el empresarial". Durante las dos próximas décadas "no ocurrirá nada parecido, la lección ha sido muy importante", sostiene.

La crisis también afectó a los negocios de Fontal. Baobab Real Estate se declaró en concurso de acreedores a mediados de 2009. "Todavía está en situación concursal, las empresas en cuyos proyectos participábamos también entraron en concurso, y después nosotros", señala. "Uno de los principales acreedores del concurso soy yo; se han embargado terrenos para cubrir las deudas de bancos y proveedores". Fontal mantuvo una estrecha relación profesional con los Trump entre 2006 y 2010, y hasta el año pasado ha seguido en contacto con el hijo mayor de Donald Trump.

Carrera presidencial

Los hijos de Trump no querían que su padre se metiera en política. "Los hijos no han aparecido en escena en la carrera presidencial hasta que Trump ya fue claramente el candidato republicano, hasta que no ha habido más remedio; en Estados Unidos la presencia de la familia en los actos políticos es importante", comenta Fontal. "De hecho la hija de Trump es amiga íntima de la hija de los Clinton".

Donald Trump "morirá matando", afirma Fontal. "Es tal cual lo ves, tiene un fuerte carácter, nunca quiere perder y pocas veces lo hace, se supera ante las adversidades, contra más difícil lo tiene más lucha, si él está convencido de algo, no hay asesor, familiar, amigo, etcétera que lo haga cambiar de opinión", dice.

El candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos "es una persona muy inteligente", considera Fontal. "Tiene una cultura muy orientada a los objetivos y resultados. Insisto, es una persona muy inteligente, controla muy bien los medios de comunicación, es un buen gestor, sabe que tiene que lanzar mensajes notorios para generar atención".

"La verdad, me gustaría que ganara, al menos por la relación que tengo con sus hijos". "Para llegar donde ha llegado, políticamente hablando, ha tenido que ir en contra de la corriente, de todo el mundo, y digo de todo el mundo. Una vez que su alternativa se ha visto como real y con posibilidades de ganar, es cuando ha recibido el apoyo de su entorno más cercano". Fontal "votaría por Trump, pero creo que no va a ganar. Si lo hace tendrá mano dura para solucionar conflictos, y dará prioridad a los resultados".

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