"Las cuentas no estaban claras", ha declarado Rodrigo Echenique, presidente de Santander España, cuando se le ha preguntado está mañana en el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional por qué el banco no acudió a la ampliación de capital prevista de 650 millones de euros en Abengoa.
Tanto el expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea, como los anteriores miembros del consejo de administración del grupo sevillano, han asegurado en el proceso judicial que se sigue contra Benjumea y el exconsejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, que Santander condicionó su apoyo financiero al cese del presidente.
Benjumea afronta petición de cinco años de cárcel por presunto delito de administración desleal. Cobró una indemnización de 11,5 millones de euros poco antes de que el grupo se asomara a la quiebra, en septiembre de 2015. El expresidente de Abengoa sostiene que su cese fue impuesto por la banca, lo que hubiera accionado el pago de esa indemnización; en caso contrario, si el cese fue voluntario, Abengoa no tendría que haber efectuado el pago, en virtud de los contratos laborales firmados entre Benjumea y la compañía.
Echenique ha contado hoy jueves durante su declaración como testigo que en agosto de 2015 los hermanos Benjumea, Felipe y Javier, acudieron a su domicilio para exponerles que la situación de Abengoa era "bastante dramática" y que precisaban una ampliación de capital, según declaraciones recogidas por Europa Press. El ejecutivo de Santander les respondió que les ayudaría en "todo lo que pudiera".
Finalmente Santander ni el resto de la banca acudió a la ampliación de capital requerida por Abengoa, y en noviembre el grupo se declaró en preconcurso de acreedores. "Deje claro desde el primer momento que la operación no podía salir", ha dicho Echenique. "No era una opinión nuestra, porque se lo hubiera dicho el primer día y no lo hice, lo palpamos de la comunidad financiera", ha apuntado, y ha añadido que fue sincero con Benjumea: "Mientras estés al frente, esto no sale", le espetó.
