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FCC estudia un relevo en su cúpula: Juan Béjar sustituirá a Baldomero Falcones

Baldomero Falcones dejará de ser el primer ejecutivo de FCC tras más de cinco años en el cargo. El consejo de administración acordará su relevo por Juan Béjar, incorporado al grupo en calidad de presidente de la filial Cementos Portland hace casi un año, un fichaje que la principal accionista de la compañía, Esther Koplowitz, realizó con vistas a una sucesión que ha terminado por ejecutarse a comienzos del primer año en el que FCC no tendrá dividendo a cuenta de los resultados.

El cese de Baldomero Falcones como primer ejecutivo de FCC se tratará en la próxima reunión del consejo de administración, prevista para finales de mes, aunque podría adelantarse con una convocatoria extraordinaria. A estas alturas, los aspectos que quedan por tratar sobre este asunto están relacionados con los aspectos legales de la salida de Falcones, entre ellos, la compensación económica. Pero la decisión está tomada.

En realidad, Juan Béjar llegó a la compañía para el cometido que pasará a desempeñar a partir de ahora. Cuando era presidente de la concesionaria Globalvía, participada por FCC y Bankia, Esther Koplowitz le incorporó como presidente de Cementos Portland Valderrivas, la filial cementera del grupo, con vistas a ejecutar un relevo que ya tenía pensado y que se ha hecho efectivo justo cuando ha concluido uno de los años más complicados para la constructora.

Así, 2013 será recordado como el año en el que la compañía no pudo distribuir el tradicional dividendo a cuenta de los resultados del año anterior, por primera vez desde que en 1992 se constituyó la actual compañía, producto de la fusión de Fomento de Construcciones con Construcciones y Contratas. Aunque aún no se han publicado los resultados anuales, el obligado saneamiento de filiales como la austriaca Alpine y la propia Cementos Portland podrían llevar los números rojos al balance de FCC.

De este modo, Koplowitz ha encontrado el momento oportuno para llevar a cabo el relevo de Falcones, al que fichó como primer ejecutivo de la compañía a finales de 2007. Posteriormente, Falcones también asumió la presidencia no ejecutiva del grupo, mientras que Esther Koplowitz ocupa una de las dos vicepresidencias.

Un año complicado

Falcones llegó para diseñar un plan estratégico a tres años, que incluía la entrada de FCC en el sector energético y que saltó por los aires como consecuencia de la crisis y de las múltiples turbulencias registradas en esa nueva área que la compañía se aventuró a probar con más sombras que luces.

Posteriormente, Falcones llevó a cabo un programa de desinversiones en activos considerados como no estratégicos para tratar de reducir la deuda y el apalancamiento de la compañía. Entre otras, FCC vendió sus aparcamientos en superficie, la correduría de seguros AON, los negocios de ITV y handling (mantenimiento de aeropuertos), así como otros activos como la emblemática Torre Picasso, cuya venta a finales de 2011 contribuyó a cuadrar las cuentas de FCC.

Béjar se enfrentará a un complicado ejercicio en el que deberá poner en marcha un nuevo plan estratégico y afrontar sendos vencimientos de deuda, por un valor aproximado de 1.300 millones de euros cada uno, a finales de 2013 y 2014, con lo que las conversaciones con las entidades financieras cobrarán un marcado protagonismo en FCC. 

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