ACS prosigue en su particular carrera para armar una oferta con la que pujar por el control de Abertis, en la que ha aparecido un inesperado obstáculo. Este miércoles, el consejo de supervisión de Hochtief, filial alemana del grupo que preside Florentino Pérez y que será clave para llevar a cabo la OPA, decidió finalmente no abordar por ahora una operación de ampliación de capital dada la frontal oposición de los representantes de los trabajadores. Los rumores sobre una posible aprobación de esta medida desplomaron la cotización de la compañía alemana y provocó fuertes descensos en los títulos de la compañía española de construcción y servicios.
A última hora del martes, un diario alemán daba cuenta de la reunión del consejo de supervisión de Hochtief en la que supuestamente se abordaría una operación relacionada con la OPA que ACS estudia lanzar sobre Abertis para competir con la que presentó la italiana Atlantia y que está pendiente de aprobación por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El plan presentado por los bancos que asesoran a ACS en este proceso (JP Morgan, Lazard y Key Capital) sitúa a Hochtief como eje de la oferta.
Finalmente, el consejo de supervisión de la compañía alemana no abordó la operación. Fuentes del mercado señalaron que los representantes de los trabajadores habían mostrado una fuerte oposición a aprobar una ampliación de capital en las condiciones previstas y, ante esa tesitura, se optó por posponer la discusión para más adelante.
El órgano de gobierno de la compañía germana está compuesto por 16 miembros, la mitad de los cuales son representantes de los trabajadores. En el caso de que se diera un empate en la votación, el presidente cuenta con un voto de calidad para deshacerlo. Al frente del consejo de supervisión de Hochtief está Pedro López Jiménez, consejero histórico de ACS y persona de absoluta confianza de Florentino Pérez.
Un "sí" asegurado
Es decir, una teórica votación sobre una operación corporativa hubiera caído del lado del "sí" en cualquier caso. Sin embargo, la intención de ACS es, en la medida de lo posible, llevar a cabo el proceso con el mayor consenso posible. La negativa de los representantes de los trabajadores hubiera generado no sólo una tensa reunión en el consejo sino una impredecible respuesta posterior con vistas a seguir gestionado la mayor constructora alemana y uno de los gigantes europeos.
Las citadas fuentes apuntan a que la decisión de Hochtief también se encuadra en el marco de las negociaciones que está entablando ACS con grandes fondos internacionales de infraestructuras para que participen en la operación de compra de Abertis. Por el momento, las espadas siguen en todo lo alto pero aún no hay apoyos concretos definidos, lo que no hacía recomendable precipitar una decisión en el consejo de Hochtief que, en cualquier caso, se puede tomar más adelante, con algo más de tiempo para negociar con los trabajadores, que temen que la operación y una posible entrada de nuevos socios traiga consecuencias negativas para el empleo.
En cualquier caso, el mercado ha castigado con fuerza tanto al grupo español como a su filial alemana. Pese a que no se ha tomado aún ninguna decisión en firme, los títulos de Hochtief se han desplomado un 7,1% mientras que ACS cayó un 3,8%. Los inversores apuestan por la contraoferta por Abertis.