El Gobierno venezolano ha elevado un par de peldaños la tensión diplomática con España tras el encuentro, en la sede del PP, del presidente Mariano Rajoy con Lilian Tintori, esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, encarcelado desde el pasado febrero y actualmente bajo proceso judicial.
Por un lado, ha llamado a consultas al embajador venezolano en Madrid, Mario Isea Bohórquez, y por otro lado, ha comenzado a trasladar a los máximos ejecutivos de las empresas españolas presentes en el país su malestar por las “declaraciones injerencistas (sic) del jefe del Gobierno”.
Los responsables de una de las compañías españolas presentes en el país bolivariano no han tardado en percibir de forma directa esa presión de las instancias gubernamentales de Nicolás Maduro.
“Esto se está poniendo feo. Notamos un cabreo monumental en el Gobierno de Maduro por lo que ha hecho Rajoy. Hay bastante malestar en el seno del Gobierno”, afirman a Vozpópuli fuentes de una de las empresas allí presentes.
El jefe de Estado venezolano lanzó el pasado sábado una nueva andanada contra el Gobierno de Rajoy y advirtió de que pondrá en marcha “un proceso de revisión integral de las relaciones diplomáticas con el Reino de España, como consecuencia de las declaraciones injerencistas del jefe del Gobierno, Mariano Rajoy”, de forma que “ha decidido llamar a consultas al embajador de la República acreditado en España”.
El embajador Mario Isea ya está en Caracas para coordinar con Maduro la estrategia a seguir contra el Gobierno español
Además de tensar por la vía diplomática las siempre complicadas relaciones de los gobiernos del PP con Venezuela, el Ejecutivo de Maduro ha comenzado ya a amedrentar a los directivos de las compañías españolas.
Entre los grupos con mayor presencia e interés en el país están Telefónica, primer operador móvil; Repsol, que a principios de este año anunció un acuerdo con la estatal PDVSA para invertir 1.200 millones de dólares en el proyecto Petroquiriquire; Sol Meliá, Acciona Aguas, Acerinox, Duro Felguera, Ferroatlántica (Grupo Villar Mir), Iberdrola, Indra y BBVA (BBVA Provincial), hasta un total de 120 entidades que operan allí.
Otra de las fuentes empresariales consultadas por este diario resta importancia a las presiones de Maduro, que considera “de consumo interno” y recuerda que se vienen produciendo, de forma recurrente, desde que llegó Hugo Chávez al poder.
Hay unas 120 empresas españolas presentes en el país: Telefónica, Repsol, Indra, OHL, Sol Melía, Acciona, BBVA...
Rajoy sabía las consecuencias que podía provocar su encuentro con la mujer de un opositor venezolano, pero para atemperar esa reacción optó por no recibirla en Moncloa. Lo hizo en Génova para reunirse con ella en calidad de líder del PP y no de presidente del Gobierno.
En su declaración posterior, Rajoy manifestó “la preocupación de la UE por el juicio de Leopoldo López y por la necesidad de respetar la libertad de expresión y el derecho de manifestación”.
Maduro le respondió de forma implacable y, en su línea, se echó al monte. En un discurso público, el heredero de Chávez afirmó: “no aceptaremos ni una agresión más, de nadie (…) Si es que no nos quieren, bueno que esos gobernantes de esa élite de España, bueno que se vaya con sus cosas para otro lado", afirmó, además de pedir a Rajoy: "Ve a rajar para otro lado".
"Con mi patria no te metas Rajoy, Venezuela se respeta ¿oyó? bastante paciencia le hemos tenido a gente como usted de ultraderecha que viene ahora a apoyar grupos responsables de la muerte de más de 40 venezolanos, responsable de los ataques terroristas, vino usted a alentar desde España, desde Madrid, el terrorismo", recalcó Maduro al más puro estilo dialéctico bolivariano.
En el día de ayer, Vozpópuli trató en varias ocasiones y sin éxito recabar la opinión de la Embajada de Venezuela en España sobre el recrudecimiento de la tensión diplomática.
