El mercado mexicano ha vuelto a dar un disgusto a OHL, que no levanta cabeza en una de sus principales plazas desde que estalló el escándalo por supuestos fraudes en concesiones locales. La compañía se ha quedado sin el contrato de ampliación de la línea 12 del metro de México D.F., la capital del país, con el agravante de que su oferta era mejor que la del consorcio que resultó finalmente adjudicatario, del que forma parte la española Proacon, filial del grupo Aldesa.
OHL está bajo la lupa de todos en México desde principios del pasado mes de mayo, cuando comenzaron a publicarse en Internet una serie de grabaciones que recogían conversaciones entre los principales dirigentes de la filial mexicana del grupo, en las que se hablaba de fraude en algunas de las concesiones que posee la empresa y también de un presunto intento de soborno a un alto funcionario del país.
OHL está bajo la lupa de todos en México desde principios del pasado mes de mayo
Tras el estallido del escándalo y el consiguiente desplome de las acciones de OHL México, la agencia Moody’s emitió una nota en la que puso bajo su revisión con perspectiva negativa su calificación sobre la deuda de la compañía y advirtió de que, a partir de ese momento, la compañía tendría más complicado hacerse con nuevas licitaciones en el país azteca.
Hace unas semanas, OHL ya se quedó sin un contrato para la construcción de una central de ciclo combinado en México, con una inversión programada de unos 400 millones de euros. El grupo controlado y presidido por Juan Miguel Villar Mir, que acudía en alianza con la también española Sener, figuraba entre los favoritos para hacerse con la licitación pero terminó viendo cómo Cobra, filial de ingeniería de ACS, se hacía con el contrato.
Rechazo inesperado
El caso de la ampliación de la línea 12 del metro de México D.F. es menos llamativo desde el punto de vista del volumen, en torno a los 100 millones de euros al cambio, pero mucho más si se tiene en cuenta el procedimiento a la hora de seleccionar las ofertas.
La ganadora ha sido la que ofrecía el tercer precio más barato. La local ICA, una de las principales constructoras de Latinoamérica, propuso el precio más bajo; sin embargo, los numerosos problemas que ha dado el tramo de la línea que ya está construido (cuyas obras llevó a cabo esta compañía), ha hecho que las autoridades locales desechen la oferta.
La segunda mejor propuesta económica fue la de OHL; sin embargo, esta circunstancia no le ha servido para adjudicarse el contrato. Las autoridades locales optaron por la tercera en discordia, el grupo formado por la mexicana Prodemex y la española Proacon, especializada en túneles, tanto ferroviarios como de carretera, con una amplia presencia en México, igual que su matriz, Aldesa.
Se da la circunstancia de que este contrato depende del Estado de México, el mismo que en su día adjudicó a OHL las concesiones del Viaducto Bicentenario y el Circuito Exterior Mexiquense, con las que la filial azteca del grupo español habría cometido los presuntos fraudes.
Nuevas grabaciones comprometedoras
En las últimas horas, la prensa mexicana se ha hecho eco de la publicación de nuevas grabaciones que comprometerían a la cúpula directiva de OHL México y a altos funcionarios del país. En concreto, las conversaciones publicadas sugieren que la compañía costeó la estancia en su complejo turístico de Mayakoba del responsable de la Secretaría de Comunicaciones y Transporte, Gerardo Ruiz Esparza, extremo que el departamento gubernamental se ha apresurado a desmentir.
En una de las conversaciones, disponible en Youtube, se escucha a Pablo Wallentin, por entonces directivo de la compañía y que dimitió cuando estalló el escándalo de las grabaciones, mantener una airada conversación con una empleada del hotel en la que le exige que reembolse a Ruiz Esparza los pagos que realizó éste durante su estancia en el emplazamiento y que cargue esos gastos a la tarjeta del propio ex ejecutivo de OHL.