Segur Ibérica SA debe 11,93 millones de euros a Hacienda. La compañía, en proceso de liquidación y aún con importantes unidades productivas en el aire después de que el grupo israelí I-Sec Technologies rechazara comprarla, ha salido en la lista de morosos publicada por el ministerio de Cristóbal Montoro. Se da la circunstancia de que esta misma semana I-Sec se echó para atrás en una compra que había anunciado desde hace varios meses. La compañía no alegó ningún motivo de forma oficial aunque de forma oficiosa se comentó que no estaba conforme con las cuentas presentadas por la empresa.
Un portavoz de la compañía, que entró en concurso mientras era propiedad de los fondos MCH Private Equity y Corpfin, ha asegurado desconocer el origen de esta deuda y ha rechazado que la mora esté relacionada con la marcha atrás de los israelíes. La empresa ha sufrido una descapitalización brutal desde 2010, con los fondos propios que se han ido drenando desde los 66 millones de euros hasta fondos propios negativos.
Actualmente, queda en posesión todavía de importantes contratos de seguridad privada, singularmente relevantes los de Metro de Madrid, Renfe, Telefónica o la Embajada de Estados Unidos. Actualmente da empleo a unas 1.000 personas de las que aproximadamente la mitad se calcula que pasarán subrogadas a los nuevos dueños de sus contratos.
Una agónica caída
En concurso desde el 22 de diciembre, este miércoles se dio a conocer un documento del administrador PwC donde se indicaba que "I-Sec, quien había realizado una oferta por las Unidades Productivas de vigilancia y seguridad de Segur Ibérica, S.A. y por la de servicios auxiliares de Consorcio de Servicios, S.A., informó de que se retiraba del proceso de compra de tales Unidades Productivas". Por tanto, se veía "en la obligación de iniciar la siguiente fase del procedimiento de liquidación todo ello conforme al plan de liquidación aprobado el pasado 24 de abril de 2017 por el Juzgado de lo Mercantil nº3 de Madrid".
La empresa fue presidida por el que fue ministro de Defensa, Pedro Morenés, hasta 2012. Según distintas informaciones, el hoy embajador en Estados Unidos medió en varias ocasiones para que la empresa no perdiera contratos.
