Iberia suspenderá sus vuelos a Guinea Ecuatorial mañana lunes, cuando realizará por última vez el trayecto Madrid-Malabo, una ruta que cuenta con tres frecuencias a la semana, por la falta de rentabilidad de este enlace entre las dos capitales.
La noticia se ha producido semanas después de que Iberia comunicase al Gobierno de Guinea Ecuatorial su intención de suspender los vuelos directos a la capital del país debido al elevado precio del carburante, las altas tasas del aeropuerto de Malabo y la competencia de la compañía nacional de Guinea Ecuatorial, Ceiba, que también opera vuelos directos a Madrid.
Según confirmaron fuentes de la aerolínea a Europa Press, la falta de rentabilidad ha sido determinante para cancelar la ruta a Malabo, una conexión que "no funciona económicamente" y que desde la compañía no ven perspectivas de que pueda mejorar.
Iberia ofrece a quienes ya hayan adquirido billetes para fechas posteriores al 22 de enero, que puedan adelantar el desplazamiento para antes de ese día, que puedan elegir otra línea aérea, o el reembolso íntegro de su compra.
Gobierno de Guinea Ecuatorial en desacuerdo
El Gobierno de Guinea Ecuatorial dijo que no aceptaba la retirada de Iberia "por los motivos expresados", según un comunicado de la administración del país africano.
En el texto, el Gobierno del país africano indicaba que no aceptaba la retirada tras hacer un análisis de la permanencia de Iberia, debido "a los altos beneficios de la compañía y, sobre todo, las históricas relaciones entre Guinea Ecuatorial y España, así como el papel que juega Guinea Ecuatorial en la promoción del idioma español en África".
Tras la respuesta de Guinea Ecuatorial a la noticia, Iberia aceptó esperar un tiempo hasta hacer definitiva su decisión de dejar de operar una ruta que no es rentable. No obstante, la aerolínea ha decidido cancelar los vuelos a Malabo este mes.
Iberia comunicó también a los ministerios españoles de Fomento y de Asuntos Exteriores su intención de poner fin a los vuelos y los motivos que le llevan a tomar esa decisión. La aerolínea es consciente de las especiales relaciones entre España y su antigua colonia, pero reitera que debe moverse por criterios empresariales.