El 24 de abril de 2013 ocurrió un trágico suceso que para muchos supuso un antes y un después en la percepción sobre la industria textil. El centro de trabajo Rana Plaza, edificio de 8 plazas próximo a Daka, la capital de Bangladesh, se derrumbó en apenas unos minutos y dejó tras de sí un rastro de sangre: más de 1.100 fallecidos y 2.500 heridos de mayor o menor gravedad. Los ciudadanos bangladesíes, la mayoría mujeres, que trabajaban en esa factoría tejían ropa de las principales marcas textiles del mundo: Primark, Auchan (matriz de Alcampo), Walmart, C&A, H&M y por supuesto las españolas Mango, El Corte Inglés e Inditex *. Todas estas empresas reaccionaron, con mayor o menor prontitud, para tratar de compensar a las víctimas de la tragedia, que se hacinaban en condiciones que no pasarían la inspección de trabajo en ninguno de los países donde se consumen los productos textiles que allí se fabricaban.
Los activistas dicen estar preparados para hacer una protesta sonora en la Semana de la Moda de Milán, dentro de 15 días
Todas pagaron... menos una. Benetton, la multinacional textil de origen italiano, ha rechazado en diversas ocasiones compensar a las víctimas que confeccionaban su ropa según está recordando una campaña en el portal de ciberactivismo Avaaz, que al cierre de esta información contaba con más de 886.000 firmantes y que promete tomar acciones serias si llega al millón, algo muy probable. "Benetton es la única gran marca internacional con vínculos indiscutibles con la fábrica que no ha contribuido aún. Están ignorando a las víctimas y podrían salirse con la suya a menos que su reputación se vea amenazada. ¡Y ahí es donde entramos nosotros!", dice la campaña.
Aquí puede verse una relación de las empresas y entidades que han donado dinero a la fundación para atender a las víctimas de Rana Plaza. Se encuentran entre ellos El Corte Inglés, Mango e Inditex, pero no así Benetton. Algunos de ellos, como Primark, sólo colaboraron tras un tiempo de presión.
La Semana de la Moda de Milán se celebrara del 25 de febrero al 3 de marzo en la capital lombarda. Según la campaña, "es el evento más importante del año para la industria de la moda en Italia y la oportunidad perfecta para crear un escándalo que golpee su imagen en todo el mundo". Por ello, exigen a Benetton que "pague y respete el sistema de indemnizaciones. Cuando lleguemos a 1 millón de firmas, les pondremos en ridículo con un acción espectacular durante la semana de la moda que no podrán ignorar".
Las textiles españolas, aunque con cuentagotas, fueron colaborando con los damnificados, lo cual las ha dejado fuera de esta campaña que está a punto de llegar a su punto álgido.
Benetton defiende sus acciones
Pero en la enseña italiana no se quieren dejar intimidar y han respondido a este periódico cuando se les ha preguntado por su postura con Rana Plaza. "Para empezar, fuimos una de las empresas que primero firmó el 'Acuerdo para seguridad de fuego y edificios de Bangladesh'. Esto nos permite contribuir en el largo plazo para mejorar de forma permanente las condiciones para los trabajadores bangladesíes. En estos momentos, unas 1.100 factorías han sido inspeccionados".
Benetton defiende sus acciones a favor de los damnificados, aunque ninguna ha sido una donación directa tal y como se le reclama
Benetton asegura que "como no hubo una iniciativa conjunta cuando se produjo el trágico colapso de Rana Plaza, posteriormente sacamos nuestra propia iniciativa en apoyo de las víctimas y sus familias. Sabíamos que había necesidad de ayuda inmediata, y sólo unas semanas después nos asociamos con la ONG Brac para apoyar a 280 víctimas y sus familiares, desde sus necesidades médicas inmediatas (incluyendo trasplantes de pulmones)". Por tanto, la textil considera que "nuestra iniciativa con Brac no fue una simple novación sino un programa completo. Y Brac no es una organización de caridad, sino una ONG con 40 años de historia que ahora mismo, con 100.000 empleados, llega a 135 millones de personas en los países en desarrollo. Además, dadas sus raíces bangladesíes, es la única organización que tiene el conocimiento a pie de campo en las zonas rurales, a donde muchos de los supervivientes del Rana Plaza volvieron para unirse a sus familias".
Es decir, la enseña italiana, famosa por sus alegatos publicitarios a favor de la igualdad entre razas y sexos, no parece impresionarse por esta movilización en las redes, que suma decenas de apoyos cada minuto que pasa. Su conciencia parece estar tranquila. La compañía dueña de United Colors of Benneton ya ha tenido que soportar diversas campañas 'físicas' de activistas bajo el epígrafe 'Clean Clothes', la última de relevancia el pasado 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos, en varios países incluyendo España.
Aunque las marcas de moda no tuvieron responsabilidad directa en el derrumbe del complejo industrial (alguna como Mango intentó incluso quitarse responsabilidad asegurando que ni siquiera habían acordado todavía el pedido), eran perfectas conocedoras de que las condiciones de trabajo en los países del tercer mundo que les fabrican las prendas son casi infrahumanas. El derrumbe del edificio no ocurrió de un día para otro, pues como cuenta esta superviviente, Jesmin Akter, las grietas de la construcción habían crecido en los últimos días y presagiaban lo peor.
* Inditex ha puntualizado a este periódico que ellos no tenían fabricación en Rana Plaza pero que hicieron la donación para colaborar con las víctimas. La compañía tiene proveedores en Bangladesh pero sólo representan un 6% del total, estando la mayoría de su producción (entre un 55% y un 60%) en un "entorno Mediterráneo".