Ineco ha confirmado que recortará su plantilla en algo más de 500 personas a través de un expediente de regulación de empleo (ERE) que ha comenzado a negociar con los sindicatos. La fuerte caída de la inversión pública ha afectado a los principales clientes de Ineco, las también públicas AENA, Adif y Renfe, que también son sus accionistas, lo que obliga a la ingeniería a llevar a cabo una reestructuración y un replanteamiento de su estrategia.
La compañía procederá a llevar a cabo diversos ajustes que incluirán recortes salariales y también extinción de puestos de trabajo. El objetivo es cambiar por completo la estructura de los ingresos, de forma que en los próximos años más de dos tercios de la facturación provenga del exterior.
Para hacerse una idea del cambio de escenario, la cartera de pedidos de Ineco ha pasado de superar los 300 millones de euros en 2009 a los 158 millones que están presupuestados para el próximo ejercicio. El objetivo que se plantea la ingeniería pública es duplicar su facturación en los próximos cinco años, especialmente con contratos llegados desde el exterior, de ahí que se vea obligada a modificar la estructura de su plantilla, tanto para adaptarse al actual tamaño de su mercado como para prepararse para el asalto a los mercados internacionales.
Actualmente, Ineco está presente en 40 países de cuatro continentes. Sin duda, su presencia más destacada en el exterior es la del contrato del AVE La Meca-Medina. Ineco figura en el consorcio adjudicatario que está presidido por Pablo Vázquez, que también es el máximo responsable de la ingeniería.