Miles de personas han salido este jueves a la calle en Avilés (Asturias) para "parar los pies a Alcoa" y exigirle que dé marcha atrás en su decisión de cerrar las fábricas de Avilés y La Coruña y de aplicar un expediente de regulación de empleo (ERE) que llevaría al paro a los 686 trabajadores que conforman ambas plantillas.
La manifestación ha contado con una amplia representación de los principales partidos políticos y sindicatos, que marchan detrás de unas pancartas bajo el lema "Alcoa no se cierra".
Los manifestantes han reivindicado la industria como una de las señas de identidad de Asturias y han pedido que se den los pasos claros para solucionar todas las cuestiones que lastran el futuro de la actividad empresarial, especialmente lo relacionado con el coste de la energía.
En la protesta está ausente la alcaldesa de la ciudad, Mariví Monteserín, que ha acudido a Madrid a defender el futuro de las fábricas y los empleos en una reunión con las ministras de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y de Transición Energética, Teresa Ribera; los presidentes de Asturias, Javier Fernández, y de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijoo, y el alcalde de La Coruña, Xulio Xosé Ferreiro.