Las últimas horas en la Comisión Nacional de Competencia han sido de una especial intensidad, especialmente en lo relacionado con la operación de compra del grupo turístico Orizonia por su competidor Globalia. Hasta última hora del pasado jueves se sucedieron diversas reuniones entre las autoridades de Competencia y el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo para evitar que el proceso se demorase en el tiempo, conscientes de la muy delicada situación financiera de Orizonia, cuyas obligaciones de pago contaban con un vencimiento inmediato.
Globalia, liderada por el empresario Juan José Hidalgo, anunció la compra de Orizonia el pasado mes de diciembre, una operación en la que se comprometía a asumir la deuda, cifrada en algo más de 600 millones de euros y, además, ejecutar una ampliación de capital de 60 millones.
Este último capítulo resultaba fundamental, pues Orizonia contaba con un serio problema de liquidez y debía afrontar pagos tan importantes como las cuotas exigidas por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) para poder vender paquetes de viajes y operar su línea aérea, Orbest.
Sin embargo, aunque Globalia podía ejecutar la operación al margen de la decisión de las autoridades de Competencia decidió esperar. Y la CNC no parece tenerlo claro. La concentración que la resultante de la unión de ambos grupos tendría en algunos ámbitos apuntaría a una clara posición dominante, por lo que el dictamen de los funcionarios indicaba la conveniencia de iniciar una segunda fase del proceso, lo que dilataría la operación.
De esta forma, ante el peligro de que la situación afecte a los 5.000 puestos de trabajo de Orizonia, el Gobierno trató de que el procedimiento no pasara a esa segunda fase. Los contactos se intensificaron hasta última hora del jueves ante la inminencia de los pagos. Sin embargo, la argumentación del dictamen elaborado por los funcionarios de Competencia resultaba irrefutable.
Globalia sigue interesada
Ante esta circunstancia, Orizonia decidió presentar el preconcurso de acreedores a la espera de que, en el transcurso de los cuatro meses que otorga la Ley Concursal para llegar a un acuerdo con los acreedores, Competencia haya resuelto ya su estudio sobre el caso. De hecho, Globalia ha asegurado que sigue interesada en el compra de Orizonia además de negar que haya incumplido los compromisos asumidos en los acuerdos entre ambas compañías y la banca acreedora.
Globalia aseguró que mantiene su compromiso para adquirir la compañía, si ésta "sigue viva", cuando la CNC dé su visto bueno a la operación.
Mientras, Orizonia ha dejado de vender billetes aéreos después de que la IATA le retirara la licencia, ya que no ha podido hacer frente al pago de 15 millones de euros al BSP, el banco que paga los billetes aéreos, según fuentes cercanas al grupo. No obstante, la IATA ha accedido a concederle un aplazamiento hasta el próximo martes, período en el que Orizonia espera poder reunir la cantidad que debe al BSP, según han señalado hoy a EFE fuentes cercanas a la empresa.