Empresas

Los bancos quieren tomar el control en Pescanova, pero ofrecen a Damm ser su gestor

Irrumpe una 'cuarta vía' en Pescanova, con la que los bancos tomarían el control de la compañía, pero le ofrecerían a Damm ser el famoso 'socio industrial'. El resultado, en definitiva, sería el mismo que hay ahora, pero con menos quita de deuda. 

  • Planta de Pescanova

La banca acreedora en Pescanova ha sostenido a principios de esta semana (concretamente, el lunes y el martes), reuniones con Damm-KKR y Blue Crest-Knight Head-Centerbridge, grupos que deben presentar una propuesta para hacerse con la compañía. No sólo ellos pelearán por Pescanova: existe una tercera vía, que es la que contempla que los bancos se queden directamente con la empresa, capitalizando la deuda. Y ahora irrumpe un cuarto modelo: la banca tomando el control, aliándose con Grupo Damm como socio industrial.

Es decir, Damm sería el gestor, cosa que ya es, pero a cambio pondría menos dinero (o no pondría). Los bancos capitalizarían su deuda, se convertirían en dueños, pero a cambio, impondrían una quita menor de deuda. Concretamente, se baraja una horquilla del 60%-70%, frente el 92% que propuso la compañía que preside Demetrio Carceller inicialmente.

En este escenario, sería muy complicado que KKR continuara en el proyecto. 

Así, hay cuatro posibilidades sobre la mesa para un futuro de la compañía que deberá decidirse el próximo tres de marzo, es decir, en 11 días. Este modelo ‘híbrido’ parece condenado a tener éxito.

Inevitable

Por un lado, los bancos no dan con ese socio industrial con el que tanto han ‘amenazado’, pese a los contactos con grupos internacionales. Por otro, Damm no quiere quedarse fuera de Pescanova, algo que podría ocurrir si las entidades financieras dieran el paso al frente con armas y bagajes.

Los propios fondos manifiestan en petit comité que es complicado hacer un planteamiento de futuro para una empresa que ahora controla Damm y que en el futuro lo hará o esta firma o la banca.

Las posturas oficiales, a día de hoy, es que todas las ‘facciones’ continúan trabajando en propuestas en solitario, pero ya ha habido contactos serios entre bancos y Damm. 

Sea quien sea el que gane el control de Pescanova, deberá estar dispuesto a aportar unos 300 millones de euros (tal vez algo menos si son los bancos) para garantizar el futuro de la compañía. 

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