Este martes se entregó al juez mercantil de Pontevedra la propuesta de convenio para Pescanova, que debería suponer el punto final del drama que ha vivido la compañía, investigaciones judiciales al margen. Finalmente, los grandes accionistas (Grupo Damm y el fondo Luxempart), así como los bancos acreedores han dado el paso al frente y se quedan con la empresa, inyectando hasta 150 millones de euros y reduciendo la deuda al máximo. Se quedan fuera de la foto los fondos KKR y Ergon, que en todo momento han intentado subirse a la operación junto a Damm pero a los que no querían los bancos bajo ningún concepto. “Para que vengan otros a quedársela, nos la quedamos nosotros”, le han dicho los acreedores a los fondos oportunistas.
La nueva compañía matriz que aglutinará todo se llamará "Nueva Pescanova" y será donde irán los activos y los pasivos, entre otras cosas, la inyección de liquidez. La antigua rarzón social pasa a llamarse Pescanova España.
Probablemente, esta sea la mejor solución para la empresa, ya que se ponen al timón actores que ya tenían posición en ella y, tal vez por ese motivo, algo más de sensibilidad social. El plan debe servir para reflotar la empresa y no tomar decisiones drásticas en un grupo que ha estado al borde del colapso, pero no ha dejado de funcionar en ningún momento. Desde luego, la plantilla está al día en pagos y también los grandes proveedores.
Petición de la CNMV
La propuesta contiene un pequeño guiño a los minoritarios, tal como adelantó Vozpópuli: un ‘regalo’ del 5% para aquellos accionistas híper diluidos que continúen. Fuentes cercanas a la operación señalan que esta medida llega, por un lado, para prevenir futuras demandas de accionistas, dejando constancia ahora de buena voluntad para con ellos y, por otro, por sugerencia del regulador, que deseaba un guiño para los accionistas que no han podido salir a tiempo, cosa que sí hizo, por ejemplo, el ex presidente, Manuel Fernández Sousa.
Los bancos inyectarán un 70% de los 150 millones de dinero fresco que se aportará (112,5 se indica en el Hecho Relevante), que irá preferentemente a cubrir deuda senior y el dúo (“Consorcio”) Damm-Luxempart el resto. De ese 30%, Damm aportará 30 millones, por lo que el fondo luxemburgués pondrá sólo 7.
La quita de deuda estará comprendida entre el 60% y el 90%, en función de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos.
¿Dueños?
Aún es pronto para saber el reparto de capital, aunque se prevé que los bancos contarán con una ligera mayoría una vez se capitalice la deuda. No es algo que les preocupe en exceso, aunque cabría la posibilidad de que algún fondo oportunista haya comprado tanto participaciones de deuda como acciones en el mercado secundario y esté en disposición de ir a la aportación de capital y, por tanto, convertirse en accionista. Es una hipótesis muy remota, sin embargo, o al menos eso aseguran desde el pool bancario, a pesar de que bancos como Santander, Rabobank o BNP vendieron a fondos buitre.
Ahora, el juez tiene un mes para solicitar especificaciones técnicas sobre la propuesta, pero estando los bancos detrás no debería haber dudas sobre la solvencia de la misma. A continuación, es urgente el nombramiento de un consejero delegado (desde la banca se insiste en que gusta el actual administrador concursal de Deloitte, Senén Touza) quien a su vez deberá nombrar unos cuantos nuevos directores generales, unificando direcciones y ‘depurando’ cargos que eran de la confianza personal de Sousa, a pesar de que este era un ejecutivo más que complicado de trato personal, aseguran ex trabajadores de la firma.
Poco más debería escribirse a partir de entonces de Pescanova (la matriz será Nueva Pescanova, la marca, Pescanova España), salvo los derroteros judiciales. Sería señal de que las cosas están saliendo adelante.
Será importante que quede atrás ese funesto 28 de febrero en el que afloró este enorme fraude empresarial, tras un comunicado de suspensión de pagos a la CNMV. A partir de ahí, el ex presidente emprendió una pintoresca cruzada de comunicación (tanto a la prensa como al consejo, así como mediante Hechos Relevantes), pero más de una vez se derrumbó ante el regulador y sus principales asesores, reconociendo que había un agujero larvado durante muchos años, pero insistiendo una y otra vez que lo había hecho por el bien de su empresa.
Queda por ver ahora qué hará el juez Ruz, o quien le sustituya cuando vuelva a su puesto en los juzgados de Móstoles, ya que en teoría tiene estancia en la Audiencia Nacional hasta junio. El magistrado no sólo lleva este caso, sino los de Bárcenas, Gúrtel, o Neymar, por citar algunos ejemplos. Un auténtico despropósito que muestra también a las claras en qué estado está la Justicia en España.