China quiere hacerse un hueco en el sistema financiero europeo y podría conseguirlo en las próximas semanas. Después de la compra de varias pequeñas aseguradoras y entidades del Viejo Continente, un grupo del gigante asiático está cerca de adjudicarse Novo Banco, una de las mayores entidades portuguesas, heredera del negocio bueno del rescatado Banco Espírito Santo (BES).
El Gobierno portugués recibirá hoy las ofertas finales por esta entidad, que ha tratado de vender infructuosamente ya dos veces. Ahora, todo apunta a que a la tercera será la vencida, ante los temores a que un nuevo fracaso contagie al resto del sector financiero luso.
En este contexto, el finalista mejor posicionado es el grupo asiático China Minsheng Financial Holding, según distintas fuentes financieras consultadas por Vozpópuli. Al igual que ocurrió con la subasta de NCG Banco con Banesco, el inversor chino fue el último en aterrizar en el proceso y parece haberse impuesto a sus rivales por una cuestión económica y de planteamiento. Este grupo, que cotiza en Hong Kong, está participado por uno de los mayores fondos de capital riesgo chinos y por el fondo oportunista norteamericano D. E. Shaw.
Las ofertas no vinculantes que recibió Portugal en la primera ronda de la subasta de Novo Banco se situaron entre 500 y 1.000 millones, en el mejor de los casos, muy lejos de los 4.900 millones inyectados en el rescate de la entidad (3.900 millones públicos y el resto de la banca portuguesa). El grupo chino plantearía una propuesta similar, pero sólo por poco más del 50% del capital y con el compromiso de sacar Novo Banco a bolsa. Eso daría una opción al Gobierno luso a reducir las pérdidas con cargo al contribuyente, o al menos de digerir el impacto en dos fases.
Otros candidatos
Salvo sorpresa, esta opción desbancaría a las que presentarán hoy el resto de candidatos. Según distintas partes involucradas en el proceso, el fondo Lone Star es otro de los que irá más fuerte a la subasta. Este fondo tiene mucha presencia en España, donde controla la inmobiliaria Neinor Homes. Su interés, añaden las mismas fuentes, es comprar parte de los activos problemáticos de Novo Banco en caso de que su oferta por todo el banco no sea ganadora.
Del resto de candidatos se esperan ofertas, pero no vinculantes, como en el caso de BPI, el banco sobre el que tiene una opa en marcha el grupo español CaixaBank; y BCP, participado por el grupo chino Fosun.
Se espera que BPI (CaixaBank) y BCP presenten ofertas no vinculantes y que la de Lone Star sea la propuesta más atractiva de los fondos
En el caso de BPI, la subasta de Novo Banco interesaba mucho, como reconoció el propio responsable del banco portugués en septiembre, pero ha sido una cuestión de tiempo. La entidad podría optar por la cautela en su oferta dado que la opa de CaixaBank está todavía en marcha (no se sabe ni el grado de aceptación) y todavía quedan autorizaciones por obtener, si bien el BCE ya dio la suya.
Por su parte, BCP ha estudiado muy a fondo esta operación, pero tiene el lastre de las ayudas públicas aún pendientes de devolver, por valor de 750 millones.
La quinta oferta debería llegar del consorcio formado por Centerbridge y Apollo, dos fondos oportunistas norteamericanos. Apollo lleva ya dos años sondeando la compra de Novo Banco, sin éxito. Este inversor ha protagonizado la única adquisición hasta ahora de un banco por parte de un fondo en la Península Ibérica: Evo Banco, que se quedó por 60 millones.
Portugal prefiere que Novo Banco se adjudique a una entidad portuguesa, pero a falta de ofertas convincentes, la del grupo chino se ve como la opción menos mala
Los fondos nunca han sido la opción preferida del Estado portugués, al que gustaría mantener Novo Banco bajo el control de una entidad lusa. Salvo que BPI o BCP decidan a última hora echar el resto en su oferta final, la propuesta de China Minsheng Financial Holding se antoja como la opción menos mala, ya que el banco seguiría bajo la órbita estatal y la perspectiva de recuperación de ayudas es mayor.