El dinero de la amnistía sigue dejándose ver. Las sicav registradas hasta mediados de abril en la CNMV superan las 30 y si se suman las pendientes de registro la cifra se iría hasta rondar la cincuentena, según fuentes financieras. El pasado año se registraron 36, aunque tuvieron lugar numerosas bajas. Desde las bancas privadas reconocen que en gran parte se trata de dinero procedente de la amnistía fiscal.
El movimiento tiene toda la razón de ser, ya que con la sicav se coloca el dinero bajo el régimen fiscal de incremento de patrimonio, mediante el cual no se tributa hasta que se rembolsa, pero se pueden realizar todo tipo de inversiones e incluso estar en liquidez.
La fiscalidad de la sicav es idéntica a la de un fondo de inversión. El error común de afirmar que solo abonan un 1% procede de confundir el impuesto de sociedades de la sicav como entidad mercantil (el mismo que un fondo de inversión) con la fiscalidad de los propios inversores de la sicav en cuestión.
La patronal Inverco ha solicitado en reiteradas ocasiones la eliminación del impuesto de sociedades a las instituciones de inversión colectiva: fondos de inversión, de pensiones y sicavs.
La afloración de sicavs genera una corriente de antipatía social de manera más o menos inconsciente, ya que sus titulares son gente adinerada. Sin embargo, este proceso confirma que el dinero no sólo se está declarando sino también repatriando.
Nombres ilustres
A partir de finales de mes entrará en vigor la obligatoriedad de declarar los bienes en el extranjero, con duras sanciones para los infractores. Así, las entidades gestoras están esmerándose en recomendar el retorno del capital a España.
Las entidades más activas en sicavs en estos meses son Credit Suisse, UBS, Bankinter o independientes (sin ficha bancaria en España) como es el caso de Mirabaud.
Entre las sicavs que se han registrado desde que se inició el año aparece algún nombre famoso como el del futbolista del Barcelona Gerard Piqué. Por su parte, el ex consejero delegado y ex vicepresidente de Indra Regino Moranchel también ha registrado en este periodo una sociedad de inversión libre (SIL), alimentada por la indemnización percibida por su marcha de la compañía tecnológica, que ascendió a algo más de nueve millones de euros, antes de impuestos.