Los sindicatos han rechazado este sábado la última propuesta que las empresas adjudicatarias de la limpieza viaria de Madrid les han presentado, que, entre otras cosas, incluía no despedir a ningún trabajador, según han asegurado los representantes sindicales en un receso de la reunión.
En declaraciones a los periodistas a las puertas de donde se está llevando a cabo la negociación, los representantes de los trabajadores han justificado su rechazo al señalar que desde un primer momento han dicho que no van a aceptar ni despidos ni rebajas salariales, y ésta última premisa no se ha cumplido.
Félix Carrión, de CCOO, ha señalado que no han aceptado esta última oferta porque se están volviendo a tratar temas que ayer estaban cerrados y que, por tanto, "se están dando pasos atrás en la negociación, en lugar de hacia delante".
"Nuestra máxima desde el minuto uno ha sido que no haya despidos y que no haya merma salarial, algo a lo que no vamos a renunciar en ningún caso", ha apostillado.
En este sentido se han pronunciado Moisés Torres, portavoz de UGT, quien ha reconocido que están en un momento de "mucha dificultad" en la negociación porque las empresas quieren retroceder en aspectos en los que se avanzó ayer.
El secretario general de UGT-FeS Madrid, Roberto Tornamira, ha advertido de que si no se llega a ningún acuerdo en lo que queda de tarde reunirán a todas las plantillas en asamblea y seguirán en huelga, con las mismas condiciones que hasta ahora.
Manuel Soto, miembro de CGT, ha comentado que ayer dejaron salir a los empleados de Tragsa a trabajar para que los madrileños vean que tienen voluntad negociadora y que no son unos salvajes, pero ha advertido de que están decididos a hacer "lo que haga falta" para velar por sus puestos de trabajo. En este sentido, ha señalado que mientras no haya un acuerdo, que sea ratificado en asamblea, la huelga no se desconvoca y, por tanto, seguirá adelante.
Los representantes sindicales han expresado también su temor a que las empresas estén intentando alargar el conflicto hasta las doce de la noche para que no haya acuerdo y poder así ejecutar el ERE.