El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán (los asesores le dicen que se quite el Sánchez porque es un apellido muy común para directivo tan extraordinario), es un ejecutivo que siempre ha tenido claro que la comunicación es todo. Él se justifica diciendo que es el secretario del consejo, Julián Martínez-Simancas, el que con la astucia del hombre de pueblo le aclara que si no te entienden no te van a comprar. Pero lo cierto es que en nuestro selectivo Ibex 35, lo que yo califico como el complejo de Dorian Gray, es decir, la incapacidad de grandes empresarios y directivos de salir a los medios a explicarse, se encuentra en franca retirada. Algo bueno tenía que tener esta crisis que Dios confunda.