Cerca de 500 comercializadoras de electricidad, según el último recuento de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), se pelean con los grandes grupos energéticos (Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol y EDP) por los 29 millones de contratos de luz que existen en España. Esos rivales de los grandes han sido denominados como 'comercializadoras independientes'. Un grupo de empresas que está sufriendo en mayor medida la crisis eléctrica que se vive desde el mes de abril.
"Para las comercializadoras independientes del mercado eléctrico español, llueve sobre mojado", explica el socio de JQ Advisors, Jaime Jaquotot. "Las pequeñas comercializadoras que no cuentan con centrales de generación propias son empresas que tienen que soportar una carga financiera relevante para poder ejercer su actividad. De un lado, deben depositar garantías para operar en los mercados, que dependen del precio de éstos. De otro lado, deben pagar semanalmente la energía que adquieren para sus clientes, lo que les obliga a adelantar dinero dado que facturan y cobran mensualmente de sus clientes", añade el experto.
Como es lógico, cuanto mayor es el precio de la energía en los mercados, mayor es la cantidad que tienen que adelantar. Un escenario que provocará que muchas comercializadoras pasen serias dificultades y que podría terminar con llevarlas a su desaparición, lo que supondría un fuerte paso atrás en el nivel de competencia del mercado eléctrico español, favoreciendo especialmente a las eléctricas tradicionales.
Las medidas son insuficientes
"Siempre que suben los precios, no solo sufren los clientes, también se ven afectadas las comercializadoras", comenta Javier Bescós, presidente de la Asociación de Comercializadores Independientes de Energía (ACIE) . "Desde ACIE hicimos ya dos propuestas al gobierno, la eliminación del impuesto a la generación y la reducción del IVA a clientes domésticos. Ambas se han llevado a cabo, sin embargo, no exactamente de la forma que nos hubiera gustado", puntualiza.
Bescós matiza que el impacto de este escenario de precios altos en las empresas depende mucho de las estrategias de compra de energía y los productos de venta de cada comercializadora. Hay comercializadoras que tienen la mayoría de su cartera de clientes con contratos indexados, esto quiere decir que la subida del precio diario se repercute directamente a los clientes como ocurre en el mercado regulado. "A este tipo de comercializadoras no les afectará mucho en el resultado, pero su margen en comparación con su facturación bajará y tendrán cierto estrés de caja al tener que pagar primero la energía y luego cobrarla", detalla el presidente de ACIE.
Las comercializadoras de luz que pueden verse más afectadas son las que tienen una mayoría de clientes con un precio fijo pactado durante un año. En este caso venden la energía a un precio fijo que pactaron hace meses cuando no se esperaba una subida tan alta del precio eléctrico diario. "En este segundo caso las comercializadoras se verán más o menos afectadas en función de su estrategia de compra de energía", señala.
Impacto indirecto de la subida de la luz
Pero el aumento de precios de las garantías y de dinero que deben adelantar las eléctricas no es lo único que está ahogando a las pequeñas comercializadoras. Porque, a mayores precios de mercado, el impacto negativo de los clientes morosos es también mayor. "En pleno periodo de crisis post-pandemia, con altas tasas de paro y con las pymes pasando serias dificultades, los retrasos en los pagos de los clientes o los clientes morosos que directamente no pagan, combinados con un alto coste de la energía en los mercados, tiene un impacto enorme en la pérdida de liquidez de las eléctricas", asegura Jaime Jaquotot.
Pero no todo acaba ahí, recuerda el experto de JQ Advisors. En este escenario, conviene señalar la reducción del IVA al 10% para el pequeño consumidor. Una medida altamente recomendable para proteger a los pequeños consumidores de las subidas de un bien tan esencial como la luz, "pero que ha sido implementada de forma atropellada e improvisada, causando grandes daños a las pequeñas comercializadoras que sólo pueden repercutir el 10% a estos consumidores, pero que deben seguir soportando el 21%", valora.
Una variación que provoca que los vendedores de luz que no pertenecen a Iberdrola, Endesa o Naturgy, que integran este efecto en las transacciones intragrupo, pasan a tener que financiar un 11% de su facturación, lo que en muchos casos representa un volumen de financiación mayor a su margen. Además, cuanto mayor sea el precio del mercado, mayor será el volumen del IVA a financiar que representa este desfase del 11%.
Adicionalmente, para aquellas comercializadoras que venden a precio fijo y no cuentan con generación propia, se le suma la carga financiera de tener que depositar garantías para cubrir sus posiciones en los mercados de futuros o mediante bilaterales con terceros. Como en los casos anteriores, cuanto mayor es el precio del mercado el día de la firma de estas coberturas, mayores son las garantías iniciales de este tipo de acuerdos. Con en este escenario, las estimaciones de los expertos es que los competidores de los grandes grupos se reduzca considerablemente en los próximos años.
