El euro cerró este lunes por debajo de la paridad con el dólar, un tipo de cambio de uno a uno que ya había alcanzado a mediados de julio, y enlazó así con las pérdidas de la semana pasada tras un inicio de jornada tranquilo.
El euro se cambiaba hacia las 15.00 horas GMT a 0,9964 dólares, frente a los 1,0045 dólares en las últimas horas de la negociación europea del mercado de divisas del pasado viernes El Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio de referencia del euro en 1,0001 dólares. A pesar de la presión inicial, el euro había conseguido recuperarse sobre el mediodía alemán, aunque la mejoría no duró y en las últimas horas de la negociación se mantuvo de forma permanente por debajo del dólar.
Las expectativas de que en Estados Unidos los tipos de interés suban más que en la Eurozona siguieron lastrando a la moneda comunitaria, en cuya cotización también se hicieron sentir los efectos de la incertidumbre sobre el futuro del suministro de gas ruso.
El Bundesbank (banco central de Alemania) considera altamente probable que la locomotora de la Eurozona sufra una contracción en el segundo semestre del año y prevé altos niveles de inflación, de hasta el 10 %, impulsados por el coste de la energía y por otros factores.
La contracción podría desembocar incluso en una recesión en el primer trimestre de 2023, según los expertos del Bundesbank en su informe mensual de agosto. La moneda única se cambió en una banda de fluctuación entre 0,9962 y 1,0048 dólares.