Las perspectivas económicas mundiales siguen mejorando respaldadas por unas condiciones financieras algo más restrictivas, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que advierte de que los riesgos a corto plazo para la estabilidad financiera se han incrementado en cierta medida, mientras las amenazas a medio plazo se mantienen en niveles elevados, lo que hace presagiar "un camino lleno de baches" a medida que los bancos centrales normalicen su política monetaria.
En su 'Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial', el FMI señala que estas condiciones financieras todavía propicias que apoyan el crecimiento a corto plazo pueden contribuir al mismo tiempo a la "acumulación de desequilibrios financieros", así como a una toma excesiva de riesgos.
"Las condiciones financieras laxas corren el riesgo de alimentar vulnerabilidades que pueden poner en peligro el crecimiento a medo plazo", advierte la institución internacional, señalando que el relajamiento continuo de las condiciones financieras durante los dos últimos años ha contribuido a mejorar las perspectivas económicas a corto plazo, pero empeorando las expectativas a medio plazo.
En este sentido, Tobias Adrian, consejero financiero del FMI, identifica tres grandes vulnerabilidades financieras: las excesivas valoraciones de activos de riesgo en numerosos mercados, el impacto en los mercados emergentes de un súbito endurecimiento de las condiciones financieras, así como el desajuste estructural de la financiación en dólares de la banca no estadounidense.
De esta manera, el FMI considera que "para alejar estos riesgos, los bancos centrales deberían continuar normalizando la política monetaria de manera gradual y comunicar sus decisiones con claridad para apuntalar la recuperación económica".
En cuanto al sector bancario, la institución destaca que el sector "ha ganado en fortaleza desde la crisis financiera internacional", pero subraya la importancia de culminar el plan de reformas regulatorias, señalando que algunos bancos más débiles aún tienen que fortalecer los balances, mientras algunas instituciones que operan a escala internacional mantienen desajustes de liquidez en dólares.