El lunes se supo la salida del consejo de administración de Isak Andic, presidente y fundador de Mango, del consejo de administración de Banco Sabadell, dando entrada al colombiano Jaime Gilinski, del fondo Itos Holding, quien, junto al grupo mexicano Fintech Investment, controla un 10% de la entidad (cada uno con un 5%) después de la reciente ampliación de capital. Se prevé que en un periodo de tiempo no demasiado amplio, David Martínez, cabeza visible de este último fondo, entre también en el consejo del banco barcelonés, remplazando con toda seguridad a otro de los miembros actuales.
La entidad financiera que preside José Oliu mantiene su hoja de ruta, que busca llegar a ser una entidad financiera global con vocación iberoamericana y para eso va quemando etapas. Cuando el actual presidente tomó las riendas de la firma, esta era una entidad local, con sede en la mismísima plaza Catalunya de Sabadell que ahora hace las veces de fundación.
El siguiente paso fue abrirla a la totalidad del territorio nacional, aunque sin perder de vista el objeto de convertirse en un gran peso específico catalán. Vinieron las adquisiciones (Natwest, Urquijo, Atlántico…) así como la salida a Bolsa, que de paso le trajo un socio estratégico local de enorme peso (La Caixa) y una adquisición más: el Banco Herrero.
Entraron en su consejo auténticos referentes del empresariado catalán, como José Manuel Lara (Planeta), Isak Andic (Mango), Sol Daurella (Casbega), Joaquín Folch Rusiñol (Pinturas Titán). Un órgano muy potente pero claramente 'endogámico', que ahora está dejando sitio a otros miembros más 'internacionales' y financieros.
Puente natural
El propio Oliu ya afirmó en la presentación anual de resultados su voluntad de potenciar la presencia en Latinoamérica, como un puente natural de crecimiento.
Evidentemente, este movimiento no pasa inadvertido en unos momentos de gran tensión política en Cataluña, donde se esgrimen como grandes obstáculos para la independencia de la región el papel en Europa o el de las empresas catalanas que operan ya en todo el territorio o son incluso auténticas multinacionales.
El Sabadell ha intentado mantener una postura estable siempre. Sin entrar en política, el banco ha defendido siempre la unidad de mercado cada vez que le han insistido a Oliu a manifestarse en los distintos episodios de tensión política que tanto han preocupado a las entidades financieras en el pasado.
Como buenos banqueros, el tándem Oliu-Guardiola (el primero, cercano al PSC y al famoso ‘clan Minessotta’ del que formaba parte el ex ministro Miguel Sebastián; el segundo, próximo al sector de la burguesía catalana que se siente cómodo entre los moderados de CiU o la propia Unió) se ha dedicado siempre a hacer banca. Y eso conlleva llevarse bien con los Gobiernos de turno. Tal vez por ello haya entrado hace relativamente poco María José García Beato, secretaria general del banco, vicesecretaria del Consejo y miembro de la Ejecutiva, pero, anteriormente, jefa del gabinete de Ángel Acebes (PP) cuando fue ministro de Justicia.
Pero Sabadell, un banco Ibex desde hace mucho tiempo, tiene las miras más altas. Ha mordido ya en la Comunidad Valenciana con la CAM, y en Galicia con el Banco Gallego. No tardará mucho en anunciar alguna operación en Colombia, México, Chile o Brasil, por citar algunos ejemplos. Para ello, quiere contar con el favor de los inversores internacionales. Conviene no olvidar que Blackrock tiene entre el 2% y el 3% de la entidad y que Lloyds ha ido al máximo en la ampliación para no diluir su participación del 2%. Otros como los portugueses BCP, con cerca de un 3%, también han movido ficha para no quedar demasiado diluidos en la ampliación.
En definitiva, el 20% del capital del banco está en manos de un fondo colombiano, otro mexicano, los estadounidenses Blackrock, los lusos BCP y los británicos Lloyds. En estos tiempos de globalización, Sabadell no tiene el menor problema en desprenderse de su marchamo local.