A pesar de la buena racha que están cosechando los fondos de inversión desde hace año y medio, con un volumen patrimonial que se sitúa ya en casi 179.000 millones de euros, la amplia oferta de fondos en el mercado español no es capaz de absorber la demanda de los inversores. De los 2.270 fondos de inversión (sin contar con los fondos de inversión libre, los fondos de fondos y los fondos inmobiliarios) registrados en Inverco, únicamente el 42% han experimentado entradas netas de dinero a lo largo de los cinco primeros meses del año, los únicos de los que por el momento se dispone de datos completos en la asociación profesional.
Aunque los fondos garantizados están en declive, hasta el punto de que la gran mayoría de las entidades está esperando al vencimiento de la garantía de sus productos para redirigir a sus clientes hacia otra categoría igualmente conservadora, no todos los fondos que han sufrido reembolsos netos durante estos meses pertenecen a clases defensivas.
De hecho, solamente 807 de los 1.313 fondos que no han podido compensar la salida de inversores con la entrada de otros hasta mayo son productos con algún tipo de garantía o son de gestión pasiva. El resto son fondos globales, de retorno absoluto, de renta fija (en todas sus variantes) o de renta variable internacional.
Antes de la crisis los expertos independientes ya criticaban el excesivo número de fondos que había en el mercado español para el nivel de activos que gestionaban. Los problemas de las entidades financieras, sobre todo las vinculadas a las cajas de ahorros, han supuesto una reorganización de la oferta. Y también las grandes entidades están inmersas en un proceso de reducción de su gama para centrarse en aquellas categorías donde pueden aportar más valor. Pero el número de fondos sigue resultando excesivo, sobre todo cuando gran parte del patrimonio todavía está invertido en fondos de gestión poco activa.
El hecho de que cada entidad financiera quiera tener su propia gama de fondos, abarcando todas las categorías, y que las redes de distribución se centren casi en exclusiva en los fondos de la propia firma explicaría en parte este sobredimensionamiento de la oferta, que ha pasado de 2.670 fondos a finales de 2011 a 2.330 fondos en total a cierre de mayo. Una reducción que parece todavía insuficiente, teniendo en cuenta el nivel patrimonial que manejan.
Otra de las críticas habituales de este sobredimensionamiento es que la gran mayoría de los fondos españoles están dedicados a estrategias poco activas y la mayoría se pueden encuadrar en una política de inversión pasiva, centrándose en categorías conservadoras.